La integración de la Alianza del Pacifico parece avanzar sin demoras. México, Perú, Colombia y Chile ya funcionan integrados en varios aspectos políticos, económicos y sociales y trabajan para profundizar los todavía pendientes, como el tema de emprendimiento e innovación, que se trató los días 5 y 6 de Diciembre en Santiago, Chile, con la presencia de emprendedores de todo el continente, funcionarios y dirigentes de los gobiernos, líderes sociales y ponentes de 20 países.
“La Alianza del Pacifico cree y promueve el libre movimiento de personas, de bienes y servicios, de capitales, de estudiantes y profesores; una integración energética y comercial” dijo el presidente Sebastián Piñera en sus palabras de inauguración. “Y muy principalmente”, continuó, “la promoción de la innovación y el emprendimiento como fuentes fundamentales de creación de riqueza”.
Las países conformados en la Alianza representan en su conjunto la sexta economía del mundo, con más de 200 millones de habitantes, más de la mitad del comercio de América Latina, y un tercio del producto bruto de la región. Los cuatros países tienen tratados de libre comercio con Estados Unidos, dos de ellos pertenecen a la OECD y uno está en camino, y todos miran a Asia para expandir su comercio. Los cuatros tienen un bono demográfico en términos de altos porcentajes de poblaciones jóvenes, y crecientes clases medias. A su vez, sus dirigencias políticas y empresariales parecen enfocadas en seguir promoviendo dinamismo y crecimiento a sus economías, priorizando regla de juego claras, integración al mundo y el capital privado.
El emprendimiento y la innovación tienen también un espacio cada vez mayor en estos países, permitido por las oportunidades que trae la expansión, pero también promovido desde los gobiernos, que entienden que sin estos factores les será muy difícil pasar a su próximo estadio de desarrollo. Los cuatro países han impulsado ecosistemas a nivel nacional que fomentan el inicio de empresas, el capital semilla y la internacionalización de sus productos. Clementina Giraldo, ejecutiva principal de política pública y competitividad de la CAF, resaltaba algunas de las agencias, como INNPULSA en Colombia, Start-Up Chile, o el Instituto Nacional del Emprendedor, INADEM, en México que esta involucradas en esta agenda. “Emprendimiento e Innovación hacen mucho sentido en la estrategias de desarrollo económico de los países de la Alianza”, destacó Giraldo.
Nuevos empresarios parecen coincidir con esta visión, ya que crece todos los años el número de emprendedor en estos países, y los muchos que se instalan en la Alianza, procedentes de toda la región. El día anterior al Foro se organizó un interesante programa con más de 150 emprendedores que presentaban sus proyectos a fondos de inversión de la región, Estados Unidos y Europa, frente a un público que aprendía y participaba de la experiencia. El entusiasmo era contagioso.
Además de emprendedores, están surgiendo más fondos de inversión semilla y de riesgo, que potencian las nuevas iniciativas, como Inversur, fundado por Oliver Flogel, con 35 millones de dólares, basado en Chile, pero invirtiendo en proyectos en los cuatros países de la Alianza del Pacifico. “El crecimiento natural de nuestros proyectos se da en México, Colombia, Chile y Perú, independientemente de la procedencia de los emprendedores”, sostiene Flogel. Los países de la Alianza presentan reglas de juego similares, estilos profesionales parecidos, el mismo idioma y cultura de trabajo.
Dentro del marcado optimismo, la mayoría de los panelistas destacaron los muchos desafíos que tiene la Alianza por delante, no solo en términos de consolidar su integración, sino con respecto a otros factores económicos y sociales. Principalmente la educación, que como lo muestran los más recientes resultados presentados por PISA, todavía tiene mucho que avanzar en términos de calidad a todos los niveles, y de acceso principalmente en preescolar y terminación del secundario. Raul Rivera, autor de NUESTRA HORA, resumió muy bien estos desafíos pendientes “consolidar el imperio de la ley, reducir los obstáculos para la innovación y el emprendimiento, promover la desconcentración de los monopolios y desregular sectores manejados por solo unos pocos. Necesitamos un estado fuerte, potente, pero poco invasivo”.