#BrazilianRevolution. #VemPraRua. #MudaBrasil. #OGiganteAcordou. #ForaFeliciano. #RevoltadoVinagre. #ProtestosBR. Las revueltas que sacuden Brasil de norte a sur, de este a oeste, están encendiendo las redes. Y es en el ecosistema digital donde se está librando una feroz guerra de narrativas, etiquetas, mensajes y memes (idea o concepto que cuaja y crea tendencia).
A diferencia del estallido del 15M, de Occupy Wall Street o de la primavera turca, que tenían etiquetas muy reconocibles (#15M -#Indignados, #ows – #occupy, #occupygezi – #DerinGezi), el levantamiento brasileño no tiene una etiqueta central. Son decenas, centenares. El grito es orgánico, diverso. Y los colectivos que han impulsado la toma de las calles no han conseguido – ni siquiera intentado – crear etiquetas y narrativas para organizar el caos.
El estudio realizado por el Laboratório de Estudos sobre Imagem e Cibercultura analiza el amplio ecosistema de etiquetas que surgió de las protestas en São Paulo, donde se inició la revuelta. Y prueba la descentralización de las mismos. El dominio absoluto de la red social Facebook -centralizada y endogámica- explica parte del caos. En los últimos dos días, aprovechando la confusión generalizada, grupos conservadores están apropiándose de redes y calles. Y los colectivos activistas, Gobiernos y grupos de izquierda han entrado en la guerra narrativa.
Pocos libros como Meme Wars, de Kalle Lasn, editor de la revista Adbusters que impulsó el movimiento Occupy Wall Street, reflejan tan bien el desafío que está en juego: “Las viejas certezas se están desmoronando. Los guerreros de memes están poniendo a punto sus plumas, máscaras y manifiestos. Los académicos de la vieja escuela se están batiendo en retirada obligados finalmente a admitir que no son capaces de comprender los sistemas no-lineales“.
Facebook, que en los últimos años ha desplazado en Brasil a Orkut y también a Twitter, fue la red que sirvió para mobilizar a la población de las redes a las calles. El Movimiento Passe Livre, que ha liderado la revuelta en los primeros días, ha usado Facebook para divulgar más que su propio site. Los eventos de Facebook han sido la principal herramienta. No sólo para movilizar, sino también para generar expectativa y entusiasmo. El Quinto grande ato contra o aumento das passagens del pasado lunes en São Paulo, en el que confirmaron presencia 290.000 personas, es el mejor ejemplo.
Ocurrió lo mismo en la manifestación de Río de Janeiro, con casi 280.00 invitados. Los muros de dichos grupos se convierten en ágoras. También existen inúmeros grupos de Facebook (abiertos y cerrados). Aparte de para la viralización de imágenes y vídeos, Facebook ha servido como plataforma de trabajo. Una peculiaridad han sido los mensajes colectivos en Facebook con títulos concretos. Treinamentos, por ejemplo, es el título de un grupo de comunicación de activistas.
Los hashtags de las protestas
Paradójicamente, Twitter, considerada la máquina de guerra por los movimientos globales, no ha sido utilizada demasiado por los colectivos y movimientos vinculados a la revuelta brasileña. Muchísimos hashtags. Regionales. Temáticos. Y muy pocos unificadores. Los primeros días abundaban algunos metafóricos ( #OGiganteAcordou, #MudaBrasil), identitarios ( #passelivre), movilizadores ( #VemPraRua, #RecifePraRua), técnicos ( #SP17J, #Sp18J), emotivos ( #GritaSemTerMedoBrasil, #PorUmBrasilOnde) o humorísticos ( #RevoltadoVinagre).
#VerasQueTeuFilhoNãoFogeaLuta (#verásquetuhijonohuyedelalucha), un pedazo del himno nacional, fue un punto de unión. Algunos como #VemPraRua nacieron en anuncios de publicidad. Sin embargo, como prueba el estudio Hashtrash, ha sido uno de los más populares.
Uno de los pocos que se expandió por el mundo. #ChangeBrazil, inicialmente bienvenido, ha sido duramente criticado por “derechista”. #MudaBrasil, #Brasilacorda, #OGiganteAcordou o #Acordabrasil han ido perdiendo popularidad por el mismo motivo. Ayer por la noche, partidarios y detractores de la presidenta Dilma Rousseff libraban una dura batalla con los hashtags #CalaABocaDilma y #TamoJuntoDilma. (ver apartado de visualización de redes).
El diseño gráfico es un elemento muy presente en las revueltas brasileñas. Existen algunos blogs que están recopilando material y cartelería, como Imprimeevai o Camiseteria. Sin embargo, todavía no hay una plataforma que recopile todo el material como VocesconFutura hizo y hace en el 15M español. Facebook sigue siendo la red a través de la que se divulga el material.
‘La revuelta del vinagre’, etiqueta que sonó mucho durante los primeros días por la prohibición del Gobierno de llevar vinagre a las manifestaciones (usado para protegerse del gas), provocó por su parte un sinfín de remezclas de logos, diseños y también fotografías. Arriba (izquierda), cartel de la movilización de Recife del pasado jueves. A su derecha, montaje con al foto del Gobernador de São Paulo, Geraldo Alckmin, responsable por el uso de gas lacrimógeno por parte de la Policía Militar.
Los grandes medios patinaron solemnemente durante el inicio de la revuelta. Ocultaron la violencia policial. Ignoraron el movimiento creciente. Por eso, desde las primeras manifestaciones surgieron algunas plataformas informativas independientes como SaladUpRising, TarifaZero o VemPraRua. Sin embargo, no se ha producido un fenómeno como las plataformas TomalaPlaza.net y TakeTheSquare.net (que rapidamente centralizaron la información alrededor del 15M), #OccupyNews de Occupy Wall Street o #OccupyGezi (un tumblr referencia de la revuelta turca). El jueves nació Coletivo020.org, que juega con la metáfora de los 0,20 centavos del transporte público que propició la revuelta. El papel de la agencia de periodismo investigativo Agência Pública también ha sido importante. También el de medios independientes como Revista Fórum o Outras Palavras.
Fuente: Texto original de Bernardo Gutiérrez en Diario Turing