La mira está en Marte

Este 20 de julio fue el aniversario número 44 de la llegada del hombre a la Luna

Recordándonos nuestra capacidad como especie de lograr objetivos, de hecho “el pequeño paso” que Armstrong dio sobre la superficie lunar, fue un salto de 3.5 pies desde el módulo Eagle.

El nombre del programa espacial toma el nombre del dios Apolo que en la mitología griega se enamora de Selene, la luna. Se desarrolló a través de varias misiones que estuvieron sobre la superficie lunar, otras para probar los sistemas de vuelo, 2 pruebas tripuladas en órbita terrestre y 2 misiones sin alunizaje.

Aunque un celular de los de hoy en día, tiene un procesador más complejo que los procesadores de los computadores del Apolo, aún hay que aprender de la tenacidad y perseverancia de hace 44 años. Nuestro objetivo ahora en términos de exploración espacial es llegar a Marte en 2030 y descubrir si hay vida o no en ese planeta.

Para lo cual, la Nasa planea en 2020 enviar al Planeta Rojo un robot dotado de microscopios y otros instrumentos que recopilen información valiosa para la exploración humana de Marte.

El robot que está siendo probado en el desierto de Atacama en Chile, reutiliza partes de otros aparatos y tiene un costo de 1,5 mil millones de dólares.

Sin embargo la carrera espacial sigue vigente, pues Rusia espera llegar a Marte antes que Estados Unidos, China o la India, razón por la cual trabaja en un sistema de propulsión nuclear para sus naves espaciales, y sistemas de sellado automático que protejan las misiones de las lluvias de meteoritos.

Los soviéticos esperan tener en 2030, una estación espacial internacional para la cooperación en materia de investigación aeroespacial. ¿Será que sí lo logran? Teniendo en cuenta todo el combustible necesario para una misión a Marte, un desafío que definirá quién va y vuelve a Marte, es la posibilidad de fabricar el combustible necesario para el regreso, a partir de los recursos marcianos.

Muchos de los desarrollos científicos que solucionan problemas alimenticios se derivan de aplicaciones para los viajes espaciales.

¿Pero tenemos una mirada ética sobre el planeta rojo? ¿O simplemente se trata de una conquista geopolítica?

Cuando uno lee los reportes sobre la llegada del hombre a la Luna, se encuentra con que una de las mayores dificultades fue clavar la bandera norteamericana.

¿Pasará lo mismo con Marte?.