La lana suele utilizarse para la fabricación de ropa. Pero a dos innovadores españoles se les ocurrió que el tejido podría tener otros usos. Fue así como desarrollaron fundas de anteojos, dispositivos electrónicos, mochilas o bolsos de fiesta con este tejido biodegradable.
Ellos son Javier Ramón Sánchez, catedrático de Ingeniería Textil de la Universidad de Salamanca, Alberto Sánchez Patrocinio, industrial y profesor, quienes han rescatado la lana para fabricar bolsos con multitud de diseños y formas, dándoles aspecto industrial a pesar de su confección artesanal, con serigrafiado moderno.
La idea surgió de un proyecto de I+D puesto en marcha hace unos años con la meta de impulsar la fabricación y venta de lana de la industria textil local. La iniciativa, denominada provisionalmente Woolsac, fue premiada en el primer Concurso Transfronterizo de Prototipos Orientados al Mercado.
Sánchez Patrocinio explica que cuando los países europeos se propusieron eliminar las bolsas de plástico de los supermercados, a ambos se les ocurrió fabricar bolsas con ese material y se percataron de que podría servir para muchos otros usos.
“Es una fibra biodegradable, sostenible, se puede reutilizar muchas más veces que el plástico porque tiene una durabilidad mayor y es mucho más resistente”, añade Javier Ramón Sánchez.
Ambos rescatan las propiedades de la lana frente al plástico, que “no es amigable con el medio ambiente”, o el el algodón, que “usa pesticidas” y, además, “se produce masivamente en países asiáticos”.
Fuente: Noticia originalmente publicada en El Mundo (ES) | versión IQLatino
Imagen: dicyt