Las cifras récord de naturalizaciones en estados clave de EEUU podrían marcar la diferencia en las elecciones presidenciales de noviembre

Leonardo Angulo tiene 22 años. Esperó 18 para obtener la ciudadanía estadounidense. Vive en Texas, creció en Estados Unidos.

Apenas juró se registró para votar.

“Desde que me registré he votado en las primarias y, por supuesto, planeo votar en 2020. Era una de las metas más grandes que tenía durante todo este proceso y las he cumplido. Estoy feliz”, comentó a Antonieta Cádiz, de Univision Noticias, quien publica un reportaje en el que muestra que las naturalizaciones de hispanos como Angulo podrían hacer la diferencia en las elecciones presidenciales del próximo noviembre en Estados Unidos.

Cádiz entrevistó a Diego Iniguez-Lopez, gerente de Campañas y Políticas de la organización National Partnership for New Americans (NPNA), defensora de los derechos civiles de los inmigrantes en ese país. Entre las campañas de NPNA está Naturalize Now (Naturalízate ahora), que quiere estimular a los inmigrantes aptos para hacerlo a que emprendan el proceso de su nacionalización. El objetivo de esta campaña es que 1 millón de personas soliciten la nacionalidad estadounidense en 2020.

“Ayudar a los inmigrantes a obtener la ciudadanía sirve de rampa de acceso a la participación de los votantes y a los numerosos beneficios que la ciudadanía aporta a las comunidades de inmigrantes”, apunta la página web de NPNA.

Iniguez-Lopez es el autor de un reporte según el cual “más de 3,1 millones de personas” han obtenido la ciudadanía estadounidense desde que Trump es presidente de Estados Unidos. “Esto incluye una proyección de 860,024 personas naturalizadas para este año fiscal, calculada en base a la tendencia que se vio en 2016”, escribe Antonieta Cádiz.

El gobierno de Trump dificulta los requisitos para obtener la ciudadanía estadounidense, recalca el reportaje: una norma propone subir las tarifas de la soliticiud de $640 a $1170, y también hay planes de exigir a los solitantes a que hagan la entrevista “en una oficina diferente de la que aplicaron, lo que podría implicar viajar incluso fuera de sus estados”. “Creemos que es una prioridad para esta administración limitar el acceso y las barreras que han puesto, sí han complicado el proceso para algunos”, dice Iniguez-Lopez.

Sin embargo, las solicitudes de ciudadanía continúan. “Aunque la administración Trump ha hecho todo lo posible por limitar la naturalización de inmigrantes, las personas han respondido y han aplicado para su ciudadanía”, le dijo Iniguez-Lopez.

Según el informe de Iniguez-Lopez citado por la periodista, los estados de Florida, Texas, Georgia, Pensilvania, Virginia, Carolina del Norte, Arizona y Michigan han marcado récords de naturalizaciones desde 2017 y “serán clave” para la próxima elección.

Arturo Vargas, director general del Fondo para la Educación NALEO, observa que los inmigrantes con residencia legal dan el paso hacia la nacionalización como respuesta a las políticas de Trump.

“Normalmente vemos tales oleadas cuando los inmigrantes se sienten asediados y amenazados”, le dijo a Antonieta Cádiz.

Las cosas parecen estar cambiando para las votaciones de 2020, pero la diferencia estará en que los hispanos vayan efectivamente a votar. Una encuesta que encargó Telemundo a la empresa Mason-Dixon Polling & Strategy, Inc., entre el 24 y 28 de octubre de 2019, encontró que 64% de los hispanos encuestados sacarían a Trump de la Casa Blanca y votarían por un demócrata para reemplazarlo, si las elecciones se realizaban entonces.

Un estudio de enero de 2019 del Pew Research Center firmado por Anthony Cilluffo y Richard Fry estima que en 2020, por primera vez, los votantes hispanos serán la minoría racial más numerosa con capacidad para votar, un 13%: unos 32 millones de hispanos podrán votar en 2020.

La investigación estima que el año que viene un tercio de los que tienen capacidad para votar serán no blancos: uno de cada diez de los posibles votantes habrá nacido fuera de Estados Unidos, “la proporción más alta desde 1970”.

Este nuevo perfil, dicen los firmantes del estudio, tendría una incidencia en los resultados, “porque los no blancos han tenido una propensión más significativa que los blancos a votar por candidatos demócratas”.

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