El presidente electo Gustavo Petro logró pasar página y ganar una mayoría en el nuevo Congreso que asumió el miércoles, lo que será crucial para llevar a cabo sus ambiciosas reformas. Su historia inicia su mandato con apoyo parlamentario. La Cámara de Diputados del Congreso bicameral tiene 108 senadores y 187 legisladores, pero a diferencia del anterior habrá por primera vez 16 escaños para víctimas del conflicto armado, una representación de izquierda sin precedentes y cerca del 30% de escaños ocupados por mujeres.
En las elecciones presidenciales y legislativas, los votantes colombianos señalaron que quieren algo diferente, elecciones que terminan dividiendo el Congreso del país entre la derecha y la izquierda más que nunca.
La reciente elección legislativa ha provocado preguntas sobre el futuro del panorama del país. Los inversores no parecen tener claro qué exactamente implica la nueva administración gubernamental. Han habido declaraciones acerca de reformar los impuestos, hacer que la economía sea más sostenible y mejorar los niveles de equidad. Es claro el interés de Petro en realizar modificaciones al código tributario,el sistema de fondos de pensiones y en la huella de carbono, pero para lograr este tipo de modificaciones requerirá el apoyo de una mayoría simple en el Congreso.
Petro busca obtener recursos a través de reformas fiscales para financiar los programas sociales más amplios prometidos a sus votantes, cómo la educación universitaria gratuita y los subsidios alimentarios.
Los más afectados por la reforma fiscal serán los de mayores ingresos. Con la finalidad de ejecutar estas medidas el Ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, propuso la aplicación de:
- Un proyecto de ley de reforma fiscal que recaudaría unos 25 billones de pesos (5.760 millones de dólares) en 2023, equivalente a alrededor del 1,72 por ciento del PIB Nacional, en un esfuerzo por aumentar los ingresos para la lucha contra la pobreza.
- Un impuesto al “1% más rico”, es decir, aquellos con un ingreso mensual de más de 10 millones de pesos (US$2.100).
También aseguró que el impuesto predial, un tipo de impuesto que grava la propiedad o posesión de bienes inmuebles y predios, tengan naturaleza urbana o rural, volverá solo para las personas físicas y se reducirán los beneficios fiscales para algunos sectores.
La reforma también impondría un impuesto del 10 por ciento sobre los ingresos de las exportaciones de carbón, petróleo y oro cuando cada producto supere un cierto umbral de precio. El umbral para el petróleo sería de 48 dólares EE.UU. por barril, mientras que las exportaciones de carbón verían gravado el impuesto cuando los precios superen los 87 dólares EE.UU. por tonelada. El umbral para los envíos de oro sería de US$400 por onza troy. Además El pago de regalías por parte de las empresas de materias primas ya no sería deducible de sus pagos de impuestos sobre la renta. Agregó Jose Antonio Ocampo
Un punto un tanto conflictivo para Colombia es la promesa de Petro de prohibir todo nuevo desarrollo petrolero y alejar al país de la producción de carbón. Siendo el petróleo y el carbón las principales exportaciones y fuente de regalías del país.
Las nuevas reformas también buscarían gravar las industrias de bebidas azucaradas, los alimentos altamente procesados y los plásticos de un solo uso. Esto con la finalidad de crear un escenaria social más sostenible
El nuevo Congreso de Colombia busca mejorar su imagen ante los ciudadanos. Desde 2010 Ha habido un aumento en la opinión desfavorable, Aproximadamente el 73% tiene una imagen desfavorable frente al poder legislativo mientras que un 19% mantiene una opinión favorable. Según la encuesta Invamer realizada.
Si bien las presentes medidas buscan favorecer a la mayoría de los sectores de la población, una gran parte de los votantes se mantiene escéptico ante ellas. La disyuntiva situación solo se aclara a medida de la implementación del plan de gobierno del Presidente Petro. Por un lado existe el miedo a que las medidas del pacto histórico “Bolivarianicen” Colombia, y por otro un gran sector de la población espera que estas mejoren los índice de calidad y desarrollo humano en el país. Será el tiempo el factor revelador de los efectos de las presentes medidas, mientras tanto solo queda esperar lo mejor.