Las trampas de la pobreza y la innovación social

Estoy segura de que la innovación social puede hacerle jaque a las trampas de la pobreza, entre ellas el embarazo adolescente, el culto a la vivienda o la deserción escolar

Después de las elecciones a Congreso, la palabra de moda es “trampa“, no quiero meterme en los escabrosos intríngulis electorales o en temas de repostería y mermelada, porque la cocina no es lo mío. Confieso que hasta hace dos años creía que el pelapapas de mi casa estaba dañado, porque no se conectaba a la luz.

Para evitar la trampa en la sucesión de los emperadores, los romanos practicaban un procedimiento que hoy en día se conoce como Docimasia pulmonar hidrostática de Galeno. Con la cual se ponen en agua los pulmones del niño y si flotan indica que respiraron, y el niño vivió.

Ojalá una pudiera llevar esta prueba a la cuestión social, en donde abundan las trampas que permiten aumentar y prolongar fenómenos como la pobreza. Una trampa de la pobreza es el rostro femenino, según la ONU, en el mundo 1.500 millones de personas viven cada día con 1 dólar o menos, de esas personas la mayoría son mujeres.

En un estudio reciente, la Organización de las Naciones Unidas concluyó que en el país el 20 % de las mujeres embarazadas están entre los 15 y los 19 años. Y lo más alarmante es que el 30 % de las gestantes están en condición de pobreza extrema, mientras que las adolescentes con mejores condiciones económicas, el 7 % están en embarazo.

Eso es una trampa, porque son embarazos en los que la mamá no está bien alimentada ni con óptimas condiciones de salud, que van a incidir en el bienestar del bebé. Y ni hablar de la educación: el 50 % de los casos de deserción escolar de adolescentes mujeres tuvieron como causa principal el embarazo. Esto en comparación con la tendencia actual, en la cual las mujeres más educadas postergan la maternidad.

La poca educación se junta con la pobreza y juventud de la madre en una trampa: no se puede acceder a cuantiosos ingresos si no se tiene un trabajo calificado. Entonces, ¿Cómo hacer para que sus hijos tengan más y mejores oportunidades y no prolonguen la pobreza?

Otras de las trampas de fenómenos como la pobreza es el culto a la vivienda, olvidando la importancia del hábitat y todos los elementos que ellos lo integran. También hay una dimensión geográfica que está dada no sólo por el sector urbano o rural, sino por temas que señala la Cepal en su informe de 1997, como la ubicación de los barrios.

Estoy segura de que la innovación social con su énfasis en el escalamiento de sus soluciones, puede hacerle jaque a las trampas de la pobreza.