El resurgimiento de la ciudad portuaria sureña de Nueva Orleans, en el estado de Luisiana, EEUU, avanza gracias a que cerca de una cuarta parte de los trabajadores de construcción son de origen hispano, y el huracán “Katrina”, que causó más de 1.700 muertes y centenares de desplazados, ha creado una fuerte demanda laboral. Los latinos se han constituido en una especie de equipo de respuesta rápida que cambia la demografía regional y aumenta la dependencia de su mano de obra.
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