En la década de los 80, la juguetera danesa Lego constituyó la división Lego Education, que crea productos educativos para preescolares, desde piezas sencillas de armar hasta complejos robots. Pero su foco de comercialización nunca estuvo en los países emergentes como los de América Latina. Ello ha cambiado debido a que la inversión de la región en educación está experimentando un enorme crecimiento al pasar de un promedio de 4,38% del PIB en 2000 a 4,9% en 2012, según la Cepal.
Jorge Sánchez, regional manager para Latinoamérica de Lego Education, dice que ahora la compañía ofrece un catálogo de productos para infantes en educación parvularia, hasta básica y media, inclusive algunos productos para educación terciaria.
“Lego Education rompe desde el comienzo con el paradigma de la educación más centrada en el profesor que en el alumno, en la repetición y en la memorización. El impacto es en lo que llamamos hands on, o sea, el aprender haciendo, que se usen las manos, que se construya”, dice Sánchez.
Colombia, México y Chile son los mercados prioritarios, por su tamaño y la estabilidad política y económica. Otro criterio importante es el tema de las licitaciones, la apertura de proyectos grandes, de proyectos masivos y el estatus de los países en cuanto a tecnología.
Para participar en estas licitaciones públicas y proyectos más masivos, Lego Education debió cambiar su forma de comercialización, que pasó de la simple entrega del producto a un servicio más completo con capacitación, apoyo y acompañamiento en su uso. Y para ello se asoció con distribuidores.
Una parte importante de la estrategia de Lego Education son las competencias de robótica escolar a nivel local e internacional, llamadas First Lego League, donde los niños deben responder a un desafío usando los robots Mindstorm de la marca.
Fuente: Artículo publicado originalmente en América Economía | versión IQ Latino
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