“Los desafíos de una educación inclusiva”

¿Cómo sabemos si los sistemas educativos están siendo inclusivos? ¿Más aún, cómo definimos inclusión educativa? ¿Y por qué hay tan poca investigación sobre la inclusión de los alumnos con discapacidad, y las políticas educativas que mejor la promueven? ¿Cómo se llevan adelante en la práctica en las escuelas? 

Las respuestas las argumenta elocuentemente María José Adrogué en su reciente libro Educación y Discapacidad: Diagnóstico y propuestas para una escuela inclusiva. Además de un recorrido por la situación en el mundo, nos acerca literatura comparada y las posturas de diferentes autores y organizaciones que alimentan el debate sobre la inclusión y las formas de expandirla. Pero a diferencia de muchos libros educativos, no se queda únicamente en el diagnóstico, sino que enfoca la segunda parte de su trabajo a un caso concreto, el de la Provincia de Buenos Aires. Donde trabajamos juntos con María José en llevar adelante políticas que expandan oportunidades para todos los estudiantes, en particular aquellos con alguna discapacidad. Ella ha sido desde el inicio de la gestión de la Gobernadora Vidal una incansable promotora de estas políticas, y precisa ejecutora de muchas transformaciones que a pesar del cambio de gobierno, siguen vigentes en la Provincia. 

Como por ejemplo, la ejecución de la resolución 1664/17 del Consejo Federal de Educación dirigida a fortalecer, sostener y promover la inclusión de los estudiantes en situación de discapacidad en todos los jardines, escuelas primarias y secundarias. Esta normativa garantiza la libertad de elección del estudiante y de su familia respecto de dónde quiere realizar su escolaridad. A su vez, modificamos el régimen de titulación y certificación de estudios de los alumnos con discapacidad. Quienes cursan sus trayectorias escolares en escuelas secundarias tendrán una certificación con validez nacional para la continuidad de sus estudios en cualquier institución de nivel superior. 

Garantizar este título es reconocer que el estudiante con discapacidad ha accedido a los contenidos en igualdad de oportunidades que el resto de sus compañeros, potenciando sus posibilidades y el desarrollo de sus competencias. 

Pero además de las políticas desde el Estado, María José ha entendido y así lo expresa a lo largo de todo el libro, la importancia de la sociedad civil en promover la inclusión educativa, en generar conciencia en toda la sociedad, en ejercer presión a la dirigencia política, pero también empresaria. La autora lo ha impulsado no sólo a través de este trabajo, sino fundando varias organizaciones civiles de mucha influencia y pioneras en la materia en Argentina. 

El trabajo de investigación incluye también una encuesta muy novedosa sobre cómo percibe el sistema educativo de la Provincia, los niveles de inclusión de los estudiantes, a través de preguntas a inspectores y directivos. Como en otros temas, generalmente la percepción de inclusión es más considerable que la realidad que se observa en muchas escuelas, pero marca un camino para seguir profundizando, y para proyectar la necesidad de mayor concienciación y capacitación. 

Es necesario que logremos un verdadero cambio de paradigma en la concepción de la discapacidad, como dice Adrogué “muchas visiones actuales han privado actualmente a la escuela de su importancia social radical: la experiencia de ‘ser capaz de’ que rechaza la idea de un destino predeterminado, ese espacio donde cualquiera puede alzarse sobre sí mismo y que ofrece al mundo como un bien común que pertenece a todos y que no admite propietarios privilegiados”.

Educación y Discapacidad es un libro indispensable para todos los involucrados e interesados en mejorar la educación, en entender las profundas desigualdades existentes en nuestro país, en particular en un grupo de estudiantes sobre los cuales existe poca atención y menos aún investigación. María José acerca reflexiones y evidencias que generan un debate necesario y ojalá también el involucramiento de más sectores a este desafío prioritario en Argentina.