Del nuevo coronavirus, el Covid-19, no se sabe con precisión total la forma de contagio, pero sí que su transmisión es muy rápida y que, como la gripe, podría ocurrir por el contacto de la gotas de saliva que se liberan al toser o estornudar con las mucosas de otra persona. El periodo de incubación se estima entre dos días y dos semanas, y puedo incluso transmitirse cuando los contagiados no presentan síntomas.
En Estados Unidos hay 60 personas contagiadas.
El primer caso de Suramérica llegó por Brasil.
Hasta la fecha hay diagnosticados 82.104 casos en 48 países. 78.497 están en China.
La Organización Mundial de la Salud anunció el 25 de febrero que el mundo debe prepararse para “una potencial pandemia”.
A España llegó el virus a principio de la semana, a través de personas que venían de Italia,. Empezó por las islas (Mallorca, Canarias), pero no tardó en llegar a la península por Cataluña, Madrid, Castellón. La noche del miércoles ya había diagnosticado un caso. Hasta ahora hay 13 diagnosticados, aunque dos salieron de alta los primeros días.
Alarma. Se dispararon las compras ansiosas. Las mascarillas están agotadas en las farmacias: las han comprado de a decenas, aunque no sean las adecuadas para evitar el contagio. Una consulta en varias farmacias en Madrid y Barcelona confirmó que las mascarillas no tienen fecha de llegada. En sitios de comercio digital la paranoia estimula la especulación: hay mascarillas con precios que superan los 1.000 euros, reportó El Mundo.
También escasean las mascarillas en las tiendas de pintura; son las que se usan para proteger las vías respiratorias de los olores fuertes. No está comprobado que sirvan para proteger del Covid-19.
Los geles antibacteriales se acabaron en varias farmacias; llegarán nuevos en algunos días.
Luego de un arqueo por varios medios y opiniones publicadas de expertos, IQ Latino aquí datos y recomendaciones para conservar la sensatez y la calma mientras se toman precauciones, y evitar así el miedo y la paranoia.
El País, sobre la prevención y la higiene:
- Las mascarillas son útiles para que las personas enfermas no transmitan el virus cuando tosan o estornuden; no son necesarias para la población en general.
- Lavarse las manos con agua y jabón varias veces al día, frotándose durante al menos 20 segundos, es la higiene básica a mantener, así como evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
- Taparse con el codo la boca al estornudar o toser es más efectivo que hacerlo con la mano. Se debe mantener una distancia de al menos un metro de gente que lo esté haciendo.
La Vanguardia, sobre el miedo:
El periódico consultó a Antonio Cano Vindel, profesor de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés. Cano recomienda aliviar los temores buscando “información científica, razonamientos lógicos o contrastando la realidad con otras experiencias [habla de las muertes por la gripe común]”. Así, la gente llegaría “a la conclusión de que en estos momentos no hay justificación para un miedo intenso irracional”
El País, sobre la similitud con la gripe:
Sobre las muertes por gripe en España habló Ángel Gil de Miguel, profesor de Medicina Pública y Salud Preventiva de la Universidad Rey Juan Carlos. Dice que el año pasado hubo 6300 muertes por gripe en el país, mientras que en todo el mundo han muerto 3000 por el Covid-19 hasta ahora. La mayoría de esos fallecidos en España, recalca, son personas mayores “con enfermedades crónicas asociadas”.
“Por eso digo que es el mismo comportamiento. ¿A quién vacunamos de la gripe? A los más vulnerables: mayores y los que tienen enfermedades crónicas. Donde la enfermedad cursa de forma grave y donde se instaura la neumonía, que es donde te lleva a ingreso, es como en la gripe. En España el año pasado hubo casi medio millón de casos y algo más de 30.000 hospitalizaciones, pero el 90% de personas mayores con enfermedades crónicas. Esto se comporta más o menos igual”, dice el profesor.
Agrega: “Cada vez lo veremos más y tenemos que ser muy prudentes con extremar medidas higiénico sanitarias, que en España son muy buenas. Estos coronavirus han estado ahí, a lo mejor lo que tenemos que pensar es que puede volver a pasar y que la búsqueda de vacunas no tiene que ser ante crisis como esta, no se debe parar nunca. Porque cuando llegue se nos habrá pasado este brote. Nos va a hacer falta para el siguiente. Hay que seguir investigando para poder cortar un brote si vuelve a surgir”.
El New York Times, sobre el miedo:
David De Steno, profesor de Psicología de la Universidad del Noreste en Estados Unidos, escribió un artículo de opinión en este periódico. “Ciertas políticas de cuarentena y monitoreo pueden resultar bastante sensatas cuando la amenaza es real y las políticas están basadas en información precisa, pero los hechos palpables, contrarios al miedo que invade al país, no justifican dichas acciones”, escribe. “Para la mayoría de nosotros, la influenza estacional, que ha provocado la muerte de hasta 25.000 personas en Estados Unidos en unos cuantos meses, representa una amenaza mucho mayor que la del coronavirus”, añade, en el mismo tono que Gil de Miguel.
“Se podría pensar que la mejor manera de resolver el problema es hacer que las personas sean más reflexivas, hacer que piensen con más cuidado. Desgraciadamente, cuando se trata de este tipo de sesgo inducido por la emoción, esa estrategia puede empeorar las cosas. Cuando la gente pasa más tiempo pensando en un problema, pero no tiene los hechos relevantes a la mano para tomar una decisión informada, hay más posibilidades de que sus sentimientos llenen los espacios vacíos (…) Una vez más, la solución no consiste en pensar con más cuidado acerca de la situación. La mayoría de la gente no tiene el conocimiento médico para saber cómo y cuándo enfrentar las epidemias virales de la mejor manera y, como resultado, las emociones tienen una influencia excesiva. Más bien, la solución consiste en confiar en los expertos, cuyas opiniones y declaraciones se basan en datos”.