En los últimos años ha aumentado el número de empresas y empresarios que han decidido apoyar a instituciones educativas en Uruguay. Cada vez más, las prácticas de responsabilidad social empresarial (RSE) incluye a este tipo de iniciativas.
Las empresas que aportan a estos centros educativos también pueden deducir impuestos de las donaciones que realizan.
Dos casos paradigmáticos de este fenómeno son las experiencias del liceo Jubilar y del liceo Impulso.
El Jubilar abrió en 2002. Es una institución católica y privada, pero a la vez gratuita para los alumnos que allí concurren, que hoy son alrededor de 400.
El aporte empresarial es fundamental para el funcionamiento del liceo, y desde la institución se aprecia un aumento en la cantidad de empresas interesadas en su proyecto. “Siempre ha habido empresarios responsables, pero quizá ahora se ha institucionalizado más”, dijo el responsable de finanzas del liceo, Ignacio Estrada.
En los últimos años, la cantidad de empresas que respaldan al Jubilar ha ido creciendo. Mientras que en 2008 y en 2009 fueron seis, en 2010 ese número había trepado a 25. En 2011 fueron 37, y el año pasado se alcanzaron las 47 empresas. Aunque este año aún no está cerrado, se estima que serán alrededor de 50. “A medida que va creciendo el presupuesto también se hace necesario abrir la cancha. Ahí es cuando se empieza a generar un contacto más fuerte con la comunidad de empresas”, señaló Estrada.
Durante 2012, el 44% del presupuesto del liceo estuvo a cargo de las empresas que utilizaron los beneficios fiscales. El 53% correspondió a padrinos, fundaciones y empresas sin beneficios fiscales. Por último, el 3% lo aportaron los padres de los alumnos.
“Las empresas también saben que van a necesitar personal calificado en el futuro, van a precisar clientes. También ellos se benefician de un Uruguay con mano de obra calificada”, explicó.
En marzo de este año abrió el liceo Impulso. Cubre hoy el ciclo básico, y es de tiempo completo, laico, y “gratuito de gestión privada”, como se explica en su sitio web. Son 100 los alumnos que concurren al liceo, que nació de la mano de un grupo de personas preocupadas por la educación y con ganas de hacer su aporte. Entre ellos había varios empresarios. De esta manera se conformó la Fundación Impulso, que propició la creación del liceo.
El apoyo empresarial relacionado a la educación no se agota en el Jubilar o en Impulso.
El estudio Posadas & Vecino, por ejemplo, está involucrado con diferentes instituciones, pero está más fuertemente ligado a Niños con Alas, que atiende a cinco escuelas en zonas de contexto crítico.
El socio del estudio, José Rodríguez, dijo que hay varias formas de colaborar. Una es económica, a través del programa de padrinazgos que tiene Niños con Alas, que implica el aporte monetario para costear los seis años escolares de un niño.
“Por ejemplo, colaboramos en aspectos administrativos, contables, de pagos, preparación de campañas, de eventos”, enumeró Rodríguez.
El gerente general de IBM Uruguay, Gonzalo de Azpitarte, comentó que la compañía que dirige impulsa a sus empleados a trabajar “fuertemente” en la comunidad.
“La propia visión de IBM habla de ser un ciudadano corporativo ejemplar”, comentó.
El programa a través del cual IBM estructura todo lo relacionado a apoyo a la comunidad se llama On demand community, y permite la donación –monetaria o en equipamiento– a aquellas instituciones con las que esté involucrado como voluntario algún empleado de IBM.
Fuente: Reportaje original de Mayte de León publicado en El Observador