Desde que Donald Trump aspiraba en las primarias a ser el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos y llenó su campaña con discursos que criminalizan a los inmigrantes mexicanos, muchos de quienes se sintieron afectados aprovecharon las redes sociales para viralizar sus respuestas, también en los medios digitales.
Ahora que Trump es oficialmente el contrincante de Hilary Clinton en la carrera hacia la Casa Blanca, y a cuatro meses de las elecciones, las respuestas son más sólidas y persisten en tierra mexicana, al otro lado de la frontera, con el singular humor local.
En un restaurante de Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, en el norte del país, crearon los tacos Donald Trump, reseña BBC Mundo. “Taco Trump del Tío Beto Humberto Erives Montaño. Poco seso, mucha lengua y trump_ita de marrano”, dice el anuncio que los publicita.
“Vi su comportamiento y se me ocurrió hacerlo como es, un político con mucha lengua, pocos sesos y como habla muy feo la agrego la trompa del cerdo”, cita al creador el artículo.
Así ha surgido entre los mexicanos, relata el texto, el verbo “trumpear”: acción y efecto de ironizar sobre el candidato, con el taco del Tío Beto, máscaras con su rostro para Halloween y el Día de Muertos, piñatas con su cara, caricaturas en internet, quemas de Judas de muñecos que lo representan en Semana Santa.
“El verbo es dar un trompazo, eso significa pegarle a alguien en la boca, en la cara, callarlo de alguna manera”, explica Dámaso Morales, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a BBC Mundo.
En Tonatico, una municipalidad del sur del Estado de México, a 150 kilómetros de DF, Luis Sotelo un pintor local hizo un mural de 2,5 por dos metros de largo que se titula “Somos migrantes, no delincuentes”, enmarcado por el mensaje de “Stop Trump”, según La Raza. La mitad de los 30 mil habitantes de Tontico vive en Estados Unidos. Sotelo replicará la obra en otras nueve paredes de Cuautla, Anenecuilco y Cuernavaca (Morelos); Ixtapan de la Sal, Coatepec Zacualpan y Jalatlaco (Estado de México) y Pilcaya, Guerrero, con el apoyo de la comunidad migrante que vive, sobre todo en Illinois y California.
Del lado de la política, los líderes mexicanos también reaccionan a los mensajes de Trump. Linda Chávez, republicana que ocupó cargos durante los gobiernos de Ronald Reagan y George Bush padre, dijo que “los republicanos y los conservadores deben escuchar un mensaje alternativo a la campaña de desinformación que el señor Trump está lanzando y su fea retórica sobre inmigración”, en un discurso a la audiencia de Cumbre de Conservadores del Oeste, reseña La Opinión. En una entrevista previa con ese diario, Chávez expresó que Estados Unidos “sería mucho más pobre después de un gobierno de Donald Trump, en parte porque los planes de Trump expulsarían a millones de personas de la fuerza laboral”.
Carlos García de Alba, el recién nombrado cónsul de México en Los Ángeles –la delegación diplomática más grande de ese país, en un estado, California, en el que 49 por ciento de la población es hispana, la mayoría mexicana–advirtió de las preocupaciones de que el discurso de Trump aumente las agresiones contra los latinos, dijo el funcionario en una entrevista con El País. Los mensajes xenófobos del candidato provocaron que México reestructurara su servicio exterior y cambiara 29 de sus 50 consulados en Estados Unidos.
“(…)Hay una revisión que es más compleja que un solo candidato. Hay conciencia de que es el momento de comunicar más y mejor. La campaña del señor Trump nos dio pautas, fue un campanazo para nosotros. Estábamos un poco aletargados y creo que ahora hay una estrategia clara de tener una comunicación más profunda donde se diga, y no es un eslogan, que somos parte de la solución y no del problema. Nos han tratado de volver los malos de la película y los villanos”, dijo al diario español.