La entrega de los premios Nobel pone en evidencia cuán raro es que un académico de agún país de América Latina reciba uno de estos galardones en áreas como las ciencias, lo que según expertos es un síntoma de los problemas que enfrentan las universidades latinoamericanas, así como su calidad educativa. Aunque en las últimas dos décadas se ha incrementado la inversión en instituciones universitarias, el número de inscripciones se duplicó y la cantidad de trabajos científicos generados en centros latinoamericanos se sextuplicó, llegando al 4,3% del total de estudios publicados en el mundo, las universidades latinoamericanas suelen estar saturadas, reciben poca financiación, numerosos profesores no cuentan con títulos de doctorado y son muy numerosos los estudiantes que terminan abandonando la carrera. Jorge Balan, sociólogo argentino y especialista de la Universidad de Columbia en Nueva York, admite que “la cantidad no ha venido acompañada de calidad”. Las universidades latinoamericanas están mayormente ausentes de los rankings mundiales, y aquellas que destacan están lejos del nivel que tienen las mejores universidades del mundo.
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