La visita oficial de Barack Obama a México en la primera semana de mayo subraya la prioridad que suponen para la Casa Blanca las relaciones con el vecino del Sur y la importancia estratégica de la frontera común cuando está en discusión la aprobación de una reforma migratoria que marcará el segundo mandato del presidente estadounidense.
El viaje representa también un espaldarazo a la agenda de reformas anunciada por el presidente Enrique Peña Nieto y a la oportunidad de negocio que implicará el despegue de la segunda economía más grande de América Latina.
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Obama visitará México y Costa Rica entre el 2 y el 4 de mayo. La agenda de trabajo tendrá como temas principales la migración, la seguridad y las relaciones económicas.
La Casa Blanca batalla actualmente en el Congreso para lograr la aprobación en los próximos meses de una reforma que regularizará a 11 millones de inmigrantes indocumentados, la mayoría de origen mexicano.
El presidente estadounidense quiere que la relación con centroamérica no esté basada solo en la seguridad sino profundizar en el desarrollo y la cooperación económica, sobre todo del comercio y del sector energético.