Parques educativos, discapacidad y educación sexual

Podría pensarse en innovaciones sociales que a través de la tecnología disponible en los parques, eduquen a los niños con discapacidad sobre cómo prevenir el abuso

Pensar en agregarles los parques educativos al paisaje de los pueblos antioqueños es una afirmación al conocimiento y a las capacidades de las personas. Sin embargo, es importante pensarlos como espacios de inclusión y educación sexual para personas con discapacidades.

El 6.55 % de la población de Antioquia tenemos alguna discapacidad, de los cuales, el 78 % pertenecía a los niveles 1 y 2 del Sisbén, el 44 % era analfabeto, y sólo el 15 % estaba trabajando. Es evidente que no sólo es accesibilidad física, es necesario abordar la discapacidad desde un enfoque integral con temas como educación sexual.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2012 uno de cada cuatro niños con discapacidad sufre alguna forma de violencia física o sexual, “20,4 % de los niños discapacitados han sido víctimas de violencia física y 14,7 % víctimas de violencia sexual”. Podría pensarse en innovaciones sociales que a través de la tecnología disponible en los parques, eduquen a los niños con discapacidad sobre cómo prevenir el abuso.

La Fundación española Carmen Pardo-Valcarce encontró en 2012, que cerca de un 60 % de las mujeres con discapacidad intelectual ha sido sexualmente abusada a lo largo de su vida. ¿Cuántas niñas en el departamento quedan en embarazo por una violación? A nivel mundial, hay sólo 30 casos de mamás con síndrome de down, sin duda faltan nuestros invisibles datos.

¿Cómo a través de recursos pedagógicos, formar sexualmente a nuestra población con discapacidad intelectual y retardo mental? Si ellos no saben si es bueno o malo si son violados, o no tienen lenguaje para expresarlo o por su condición de dependencia y sumisión permanecen en silencio.

Hace cerca de un mes, una mamá de un autista de 21 años, me relató entre lágrimas que a partir de esa edad Juancho, su hijo, no recibiría educación especial. ¿Se han pensado espacios en los parques para estos jóvenes? Una realidad es que en la pubertad, la libido sexuala de personas autistas aumenta y si no se canaliza bien, se vuelven agresivos.

No sé a quién se le ocurrió que uno se reproduce por mitosis, tengo amigos con discapacidad que son papás. La innovación social pasa de identificar un problema a definir una necesidad social y esta, a su vez, volverla un reto. Cuando hablamos de cambiar el paradigma de la educación sexual en personas con discapacidades, estamos frente a un megarreto digno de parques educativos.

Rocío Arango Giraldo | El Colombiano