Pasarelas que producen energía con el paso de peatones

Arquitectos de la Universidad Diego Portales proponen instalar cerámicas especiales que transforman las pisadas en electricidad con lo que se podría alimentar el alumbrado público

Santiago utiliza el 29% de la energía de Chile aunque apenas produce un 5,7%, según datos de la Comisión Nacional de Energía de ese país. Sin embargo, un grupo de arquitectos de la Universidad Diego Portales cree que parte de este derroche puede ser reutilizado construyendo pasarelas “verdes”, para que los peatones colaboren en la producción de energía.

Pedro Pedraza, profesor del Magíster Territorio y Paisaje de la Facultad de Arquitectura de la UDP, explica que esto se logra a través de unas cerámicas especiales llamadas Pavegen, puestas al interior de la pasarela y que convierten la energía del movimiento de las personas en electricidad, a través de transformadores eléctricos. Con esto se podrá alumbrar postes o incluso conectar un notebook.

La pasarela propuesta tiene una extensión de 2,3 kilómetros y está proyectada entre las estaciones de Metro Universidad de Chile y Estación Central, a lo largo de La Alameda, una transitada vía de la capital chilena.

“La Alameda es un espacio al que se le puede sacar mucho potencial y por eso la pasarela busca aprovecharla y también devolvérsela a las personas”, dice el académico.

Según los cálculos de la UDP, una persona que trote por este espacio sería capaz de producir 250 kw en una hora. Las personas que caminen, en tanto, serán capaces de generar 67 kw, equivalentes a 60 ampolletas de 75 watts.

“Este modelo se ha implementado mucho en discotecas en Rotterdam, Alemania y Estados Unidos, donde incluso hay carreteras que utilizan este tipo de tecnología. En el caso de lugares más pequeños, se ha llegado incluso a obtener la independencia energética”, explica Pedraza.

La propuesta, además, considera otras formas para convertir la energía del movimiento en electricidad. También se propone poner cerámicos Pavegen en los rieles del Metro o poner transformadores de energía en los torniquetes de entrada y en las manillas que cuelgan del techo en los vagones para que la gente no resbale en los vagones del tren subterráneo.

“Anualmente se podrían conseguir 500 millones de kilowatts y cuando la propuesta esté terminada, la propondremos a las entidades pertinentes, como el Serviu, con el objetivo de que algunos actores interesados la vean y puedan ver la factibilidad que tiene esto”, remata Pedraza.

Fuente: La Tercera