La policía de la ciudad de Los Ángeles, en California, se está formando para comprender que muchos de los migrantes los migrantes mexicanos y guatemaltecos que viven allí no dominan siquiera el español: hablan sus lenguas autóctonas. El entrenamiento lo guían los líderes indígenas de estas comunidades en la ciudad.
Los funcionarios de este cuerpo de policía, compuesto por latinos en casi la mitad, comenzarán a llevar tarjetas con información en las lenguas indígenas que hablan esas comunidades en Los Ángeles, para que en cualquier incidente puedan comunicarse con los involucrados y así determinar si necesitan un intérprete.
El Banco Interamericano de Desarrollo publicó este mes una encuesta sobre los migrantes del llamado Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador). Encontró en ese sondeo, hecho a 2 mil personas, que la mayoría son “jóvenes, solteros y con una alta incidencia de población indígena”.
En muchísimos casos, las únicas lenguas que hablan esos migrantes indígenas son las autóctonas: además de no hablar inglés, apenas comprenden el español.
“Desafortunadamente, siempre supusimos que todos eran mexicanos, que hablaban español y que podíamos transmitirles en español el mensaje sobre crear confianza y trabajar con nosotros”, le dijo Al Labrada, comandante de la Oficina del Sur de la Policía de Los Ángeles a Leila Miller en un reportaje para LA Times.
Hubo un hecho que comenzó a marcar este cambio de visión, que, sin embargo, ha sido progresivo.
En septiembre de 2010, policías de este cuerpo dispararon al jornalero guatemalteco Manuel Jaminez Xum, entonces de 37 años, que solo hablaba K’iche’. Como recuerda Miller en LA Times, Jaminez estaba supuestamente borracho, sosteniendo un cuchillo. La versión de las autoridades dice que los policías le ordenaron repetidas veces que bajara el cuchillo, en inglés y en español. Jaminez levantó el cuchillo sobre su cabeza y se acercó a uno de los policías, quien le disparó y lo mató. Al incidente siguieron protestas en las áreas de la ciudad que tienen mayoría migrante.
“El hecho de que Jaminez hablaba K’iche’ puso de relieve que hay gente de las comunidades de inmigrantes mexicanos y centroamericanos que no hablan español con fluidez”, escribe la periodista.
Un reporte de Guadalupe Venegas para Telemundo Noticias dice que los migrantes guatemaltecos en Estados Unidos hablan unas 21 lenguas indígenas que son las que se estiman se hablan en Guatemala, y que los mexicanos hablan la mayoría de las 68 lenguas autóctonas de la nación. Las fuentes que Venegas usa para estos datos son la Universidad de la Florida y la Secretaría de Cultura de México.
Después del tiroteo a Jaminez, escribe por su parte la reportera de LA Times, activistas de las comunidades indígenas de México en Los Ángeles comenzaron a organizar capacitaciones para los policías de la ciudad. Les llaman los entrenamientos sobre conciencia cultural.
Odilia Romero, oaxaqueña del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales, es una de estas líderes, que celebra que los policías vayan a usar estas tarjetas nueve años después del incidente.
“Si los funcionarios de intervención inmediata –como el Departamento de Policía de Los Ángeles, o el Departamento de Bomberos, no saben que hay diversidad de idiomas, que este grupo de personas existe, entonces se pierden muchas cosas. Si alguien es víctima de violencia doméstica, de una violación, [el perpetrador] puede quedar en libertad si no tiene un intérprete”, dijo Romero, también traductora del zapoteca, a Leila Miller.
Los entrenamientos sobre conciencia cultural buscan cerrar esa brecha en la comunicación y en la aceptación de la diversidad de lenguas que hablan estos migrantes.
“No nos habíamos tomado el tiempo de identificar a los líderes clave de la comunidad que podían ayudarnos a cerrar esa brecha”, comentó Al Labrada, comandante de la Oficina del Sur de la Policía de Los Ángeles, en el artículo de LA Times.
Un vocero de esta del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales añadió en un post en su página oficial de Facebook: “Para nosotros es importante que se reconozca la migración de los pueblos indígenas como tal y se deje de pensar que todos hablamos español por ser de México y Guatemala; es nuestra contribución a la lucha por la defensa de los derechos de los pueblos indígenas”.
Guadalupe Venegas entrevistó para Telemundo Noticias a otros activistas, también intérpretes, que le dijeron que las agencias de gobierno de distinta índole los requiere cada vez más.
“Dentro de los hospitales, las cortes, los juzgados, porque sí, mucha gente habla un español, pero limitado”, le dijo Janet Martínez, de la organización Comunidades Indígenas en Liderazgo.
“Hay una presencia muy fuerte de niños y familias que hablan solamente una lengua maya en los centros de detención”, añadió Luis López Reséndiz, otro miembro del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales.
Leila Miller escribe en su reportaje que más del 20% de la población de México se considera indígena, y que en Guatemala, más del 40% de los habitantes son mayas, aunque no dice la fuente de estos datos.
Solo los yucatecas, en México, que también hablan lenguas mayas, cruzan la frontera con Estados Unidos a razón de más de mil cada año. Como reportaban Guadalupe Sosa y Thelmo Zapata para Armando.info en 2017, California es el destino más frecuentado de estos migrantes y en muchos casos el único idioma que dominan es su lengua indígena.
Leila Miller consultó a Danny Law, un lingüista de la Universidad de Texas que ha participado en los entrenamientos de conciencia cultural. Law le dijo que hay 32 lenguas variantes del maya, que nada tienen que ver con el español o el inglés. Si un policía no lo sabe se mantiene la brecha que reconoce Al Labrada. “El solo hehco de saber eso es muy importante. Un oficial de policía podría tener la impresión de que la persona con la que está hablando no coopera intencionalmente”.
Según los dos reportes periodísticos, los policías de Los Ángeles comenzarán a llevar las tarjetas en estas lenguas indígenas este mismo mes. Ya usan tarjetas en lenguaje de señas.