Ponerle entrañas a la ciencia, tecnología e innovación

La generación de conocimiento de impacto sólo adquiere sentido cuando alcanza valor para la sociedad, la empresa, la academia y el Estado. Desde el sector público hay que facilitar que eso sea posible

En un mundo que cada vez más se obsesiona con los logros conseguidos rápidamente, parece inverosímil decir que el cumplimiento de metas no asegura el impacto en el mejoramiento de la vida. Hago esta reflexión a propósito de un encuentro muy particular que tuve esta semana con una concejal a propósito de mi artículo sobre el Plan de Ordenamiento Territorial y Ciencia, Tecnología e Innovación.

Siempre he pensado que el conocimiento sólo tiene sentido cuando se utiliza en la gente, y que ese uso puede hacerse a través de muchos canales, uno de los cuales es el mercado y así producir innovación, pero su fin sigue siendo mejorar la vida y así se genera plata. Pero nuestra producción de conocimiento científico, tecnológico e innovador, no se ha logrado traducir en impacto para mejorar la vida.

Aún medimos resultados y no el impacto de las inversiones, a una en Colciencias jamás le indagan por cifras concretas de impacto a necesidades sociales. La concejal me decía que el desafío como ciudad de Medellín, era pensar en cómo íbamos a acomodar 380.000 habitantes nuevos que tendrá el municipio en los próximos 5 años. Nuestro conocimiento de impacto tiene que estar ahí, dando alternativas innovadoras para esa necesidad.

Mejor dicho: No hay cama para tanta gente y tenemos que crecer para adentro porque los ricos ya están creciendo para el oriente. ¿Dónde estamos pensándonos en cómo usar materiales y técnicas de construcción de bajo costo para acomodar los habitantes nuevos? Hay varios desarrollos científicos universitarios y empresariales al respecto, desde lo público una innovación disruptiva es juntar el mundo empresarial, académico y social de cara a estas necesidades.

Según la Organización Mundial de Propiedad Industrial (WIPO), en 2013 se presentaron más de 2,14 millones de solicitudes de patentes en todo el mundo, de las cuales China recibió 24.6 % de solicitudes de patentes, 22,8 % en solicitudes de nuevas marcas y 53 % de nuevos diseños. Como quien dice, preparémonos para un cuento chino y no de imitación. Lo mejor es que más del 80 % de las solicitudes son hechas por residentes en China. Me fui a buscar en qué generan conocimiento los chinos, y vi que trabajan en necesidades propias y del mundo.

La generación de conocimiento de impacto es ponerle “entrañas” a la Ciencia, Tecnología e Innovación. Desde el sector público hay que facilitar que eso se dé, entonces uno tiene un impacto en todos los horizontes de tiempo, y no sólo un resultado de una meta cumplida. El conocimiento sólo adquiere sentido cuando alcanza valor para la sociedad, la empresa, la academia y el Estado. Jugar en esos 4 bandos da impacto y no sólo resultados.

P.S: Hay una nueva versión de la convocatoria InLab2Market de Ruta N- ¡A trabajar investigación de impacto..