Un grupo de investigadores de la Universidad Chuo (Japón), encabezado por Shuta Yuge, ha conseguido eliminar la bacteria Escherichia coli del agua, potabilizándola, usando microtubos de seroalbúmina humana (SAH), una proteína humana. Se trata de una forma ecológica de tratamiento de aguas, especialmente útil para países en vías de desarrollo. Los resultados de la investigación han sido publicados en Chemical Communications.
La Escherichia coli es una bacteria muy común; muchas de sus cepas no sólo no son dañinas, pero otras como la enterohemorrágica O157, son capaces de matar a un humano. Esto es especialmente problemático en países de bajo desarrollo donde, al no haber agua corriente tratada, la fruta y las verduras se lavan en agua contaminada, lo que puede provocar intoxicaciones severas e, incluso, la muerte.
El método desarrollado por Yuge y colaboradores evita la incorporación al agua de productos que deban permanecer en ella indefinidamente. Comienza depositando microtubos hechos con capas alternas de proteína humana SAH y poli-L-arginina sobre un molde hecho de policarbonato. Una vez depositadas las capas el molde se disuelve para dejar un tubo hueco una micra de diámetro exterior y 425 nanómetros de diámetro interior, justo el tamaño para que encaje la E. coli.
La clave para el éxito del método a la hora de eliminar la bacteria del medio está en la enorme afinidad que tiene la E. coli por la proteína humana SAH. Es tan efectivo que sólo 1,5 millonésimas de gramo de microtubos añadidas a un litro de agua que contiene 100.000 bacterias es capaz de eliminarlas prácticamente al 100%. El toque final está en que los microtubos incorporan una capa de nanopartículas de óxido ferroso-férrico (Fe3O4), lo que permite retirar los microtubos de la disolución usando un imán, quedando un agua libre de E. coli y de microtubos.
Como los microtubos son perfectamente biocompatibles con los humanos sería incluso posible buscarles aplicaciones médicas, ampliando el espectro a otras bacterias.
Fuente: Voz Pópuli | @IQLatino