Ashoka es una organización internacional especialmente orientada hacia la promoción del emprendimiento social y el desarrollo de habilidades para que todos seamos agentes de cambio. Con una presencia actual en 85 países y alrededor de 3.000 innovadores en todo el mundo, Ashoka es actualmente la organización más grande del mundo en esta área.
En 1981, su fundador Bill Drayton (NYC, 1943) decidió dar lugar a Ashoka luego de haber tomado un año sabático de reflexión y pensamiento. Fruto de esa temporada en la India, es la concisión de un nuevo concepto de organización y liderazgo: Drayton no quería líderes para ser seguidos ciegamente, sino líderes que formaran líderes motivadores que potenciaran a otros a ser agentes de cambio. Con esta idea en mente, empieza a analizar las estructuras de ciertas organizaciones exitosas muy vinculadas al emprendimiento. Se da también a la tarea de lo que será posteriormente uno de los pilares de Ashoka: identificar a emprendedores y aún más, identificar a su vez cuales eran las cualidades comunes que él encontraba en ellos. Son cuatro las habilidades básicas que Ashoka promueve a través de sus programas: El liderazgo, visto como una herramienta motivacional para estimular a nuevos agentes de cambio y no nuevos seguidores, la empatía, como capacidad para situarse en los “zapatos del otro” y así habilitar un cambio, el trabajo en equipo y la habilidad transformadora, dirigida hacia la fuerza y voluntad de generar un cambio a largo plazo.
Ashoka selecciona a emprendedores sociales que ya tengan una idea de cambio sistémico (cambio transformador y no cambio coyuntural) o lo que es lo mismo, emprendedores con proyectos a largo plazo. Para dicha elección se vale de un riguroso proceso de selección que empieza con la nominación, seguido de varias entrevistas que incluyen profesionales regionales y locales en el ámbito del proyecto propuesto, entrevistas en profundidad con expertos y termina con la aprobación final por parte de la Junta Directiva de Ashoka. El proceso de rigor puede durar de 5 a 8 meses o inclusive un año y son cinco los criterios con que se evalúa a los posibles emprendedores para su incorporación a la organización: Fibra ética, Creatividad, Idea innovadora, Si es replicable y la Trayectoria emprendedora. Durante todo el proceso se analizan valores personales en el líder como su honestidad, capacidad de compromiso, capacidad para resolver problemas, maneras de abordar su propia idea, la posibilidad de los cambios estructurales que la misma conllevaría en la sociedad y desde luego, el cambio sistémico. A su vez, la posibilidad de expandir esa idea en otros contextos.
Para Ashoka es fundamental apoyar a emprendedores que persigan generar cambios permanentes, no coyunturales, por lo que sus emprendedores deben demostrar haber tenido una hoja de vida vinculada con rasgos de emprendimiento y una clara disposición a seguirlo haciendo. Dado que en el desenvolvimiento de los distintos proyectos en el tiempo no han sido pocos los casos en que los emprendedores no cuentan con recursos propios, una vez seleccionados, los miembros cuentan con un estipendio personal por aproximadamente tres años. A su vez, ya serán parte de la organización de manera vitalicia, pasando a formar la Red Mundial, plataforma en que los emprendedores de las mismas áreas se conectan entre sí. A través de los Empresarios Aliados de Ashoka los líderes cuentan con una extensa gama de ayudas y apoyo a través de consultorías, mesas de discusión, capacitación y asesoría, de esta manera Ashoka se asegura de seguir siendo una plataforma aceleradora del emprendimiento social. Actualmente los proyectos de Ashoka abarcan múltiples áreas gracias a las muchas formas en que se ha involucrado la capacidad emprendedora y la necesidad de cambios transformadores en nuestra sociedad. Éstos incluyen: derechos humanos, libertad de expresión, turismo ecológico, participación ciudadana, desarrollo económico, capacitación en finanzas a comunidades de bajos recursos para la gestión de proyectos sociales, en educación y salud existen también emprendimientos para la sana convivencia, buen trato en las escuelas, disminución de la violencia, buen trato entre profesores y alumnos. A su vez programas contra el acoso escolar, así como la implementación de un servicio de instrucción para docentes que identifica niños con problemas visuales en las aulas y permite su acceso a una debida revisión optométrica para obtener finalmente sus lentes de corrección en zonas rurales.
Actualmente, se está dando una nueva interconexión dentro de Ashoka en la región andina. Para optimizar el trabajo, se integrarán las oficinas de Venezuela, Colombia, Perú , Ecuador y Bolivia, así como la de Perú. En esos países se están llevando a cabo dos programas de formación definitivos para Ashoka que son: Avancemos y Empatía, cada uno orientado a promover desde las aulas el potencial transformador y las habilidades de liderazgo en los distintos ciclos de educación primaria y secundaria. Ashoka presta asistencia a sus emprendedores, más no opera dichos proyectos. Su misión, que empezó siendo la identificación de líderes que estén cambiando al mundo, ha ido expandiéndose hasta abordar no solo dicha identificación sino la misma promoción de esas habilidades entre todos los ciudadanos. Sus propuestas van de la mano con los procesos educativos que empiezan desde la infancia pudiendo sembrar la noción de emprendimiento social como una verdadera solución, una carrera, un estilo de vida para niños, jóvenes y adultos en sus vidas profesionales. Ejemplos como el de Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz y miembro de Ashoka dan fe de cómo el emprendimiento y el desarrollo de agentes de cambio puede cambiar una realidad y conseguir su desarrollo sostenido en el tiempo.