Aterrizando la reforma energética de México

Mucho entusiasmo ha generado la recién aprobada reforma constitucional que desmantela el monopolio sobre la actividad petrolera pero vale la pena evaluar el impacto de la legislación de forma más aterrizada

Desde 1753 en México se celebra cada 12 de diciembre para conmemorar la aparición de la virgen de Guadalupe, patrona del país, a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin en 1531. Desde 2013, es posible que el 12 de diciembre se celebre por una razón adicional.

Este pasado 12 de diciembre, el congreso mexicano aprobó con 353 votos a favor y 134 votos en contra el desmantelamiento del monopolio estatal sobre la actividad petrolera ejercido a través de Pemex. El 16 de diciembre la ley pasó su último obstáculo al lograr la aprobación del estado de San Luis Potosí, logrando así tener el apoyo de la mayoría de los estados de la unión mexicana como es necesario para una reforma constitucional como es la reforma energética.

Distintos medios de comunicación han reseñado la noticia en términos muy positivos. Bloomberg titula su artículo “Norteamérica se ahogará en petróleo al terminar el monopolio mexicano,” mientras que Foreign Policy opina que la reforma se sentirá desde Brasil hasta China. La reforma energética mexicana tenía años esperándose y se dudaba mucho que se lograra debido a los grandes obstáculos que enfrentaba, desde un sindicato poderoso hasta un sentimiento nacionalista muy enraizado. La figura de Lázazo Cárdenas, el presidente que nacionalizó el petróleo en 1938, es reverenciada por una alta porción de mexicanos, su estatua – con el texto de la nacionalización –recibe a los que visitan el edificio principal de Pemex en Ciudad de México y su retrato figura en sitio de honor en la oficina del presidente de la empresa.

Lo más relevante de la reforma es que la producción petrolera se abrirá al sector privado mediante contratos de producción compartida y licencias otorgando propiedad del petróleo y autoridad para contabilizar reservas como propias. Esto le daría a las empresas petroleras internacionales acceso a unas reservas probadas de petróleo de 10 mil millones de barriles que colocan a México en el 16to lugar en el ranking mundial por reservas probadas, ligeramente por detrás de Brasil.

Lográndose entonces al fin el hito de reforma se entienden los titulares emocionados pero vale la pena evaluar un poco el impacto de la legislación de forma más aterrizada.

Es importante mencionar que las reservas no probadas se estiman en 26 mil millones de barriles en campos de aguas profundas en el Golfo de México y en 60 mil millones de barriles en tierra firme principalmente en yacimientos de petróleo de esquistos bituminosos, según un reporte de Pemex.

Esta reorganización del negocio petrolero resultaba enteramente necesaria en vista de la caída en la producción petrolera de Pemex a pesar de las enormes reservas con las que cuenta el país. La producción petrolera pasó de poco más de 3 millones de barriles diarios (mbd) en 2004 a ligeramente por debajo de 2.5 mbd en 2013, a pesar de enormes y costosos esfuerzos para mantener la producción a esos niveles. Esta caída tiene gran repercusión en los ingresos del estado, ya que Pemex representa cerca de 34% del dinero que va al fisco.

La ola de inversión que se espera, estimada en US$15 mil millones anuales, podría aumentar el crecimiento económico anual del país por medio punto porcentual, según un reporte de JP Morgan Chase  reseñado por Bloomberg. Esta inversión podría llevar la producción a 5 millones de barriles diarios, según estimados de Citigroup, lo que significaría duplicar la producción actual.

Más fácil dicho que hecho.

Hipotéticamente, México podría llegar a 5 millones de barriles diarios para el 2018 si agrega 435 mil barriles diarios cada año, replicando el crecimiento de producción más alto de su historia entre 1981 y 1982 cuando entró en producción al 100% el campo más grande del país, Canterell.

Debemos revisar la historia petrolera de México para dar un estimado más aterrizado. México ha tenido 3 periodos de crecimiento en producción desde que entró Cantarell en operaciones. Durante el primero, entre 1989 y 1994, México aumentó su producción petrolera en un promedio de 43 mil barriles diarios por año. Para el segundo, entre 1996 y 1998, la producción creció por 149 mil barriles diarios por año. En el tercer período, entre 2000 y 2004, la producción aumentó por 95 mil barriles diarios por año.

Usando el promedio más alto de 149 mil barriles diarios, México podría producir 5 millones de barriles diarios en el año 2029. Suponiendo que las empresas internacionales entran con el financiamiento, la tecnología y el conocimiento necesarios y la producción logra crecer a 200 mil barriles diarios cada año, sería para el 2025 que México lograría llegar a los mencionados 5 millones de barriles diarios que duplicarían su producción actual.

Estos 100 mil a 200 mil barriles diarios extra en el mercado tendrían un impacto importante en la economía mexicana, pero hay que tener cuidado de los que vaticinan cambios dramáticos en los mercados petroleros.

La ejecución de la reforma está ahora en manos del gobierno mexicano y las muchas empresas interesadas en entrar al mercado mexicano. Un buen manejo podría hacer del 12 de diciembre una fecha aún más importante para los mexicanos, dignas de grandes celebraciones.