Si el murciélago ya tenía mala prensa en la humanidad por su vinculación con los vampiros en el imaginario popular, en la pandemia mundial del coronavirus su reputación empeoró por la teoría de que este animal trasmitió el virus desde China.
“Tienen muy mala fama a nivel mundial, como los alacranes, serpientes, tiburones o las arañas. Son los más injustamente maltratados en el mundo, pero, curiosamente, ningún otro animal hace más por el bienestar humano y la conservación de los ecosistemas que ellos”, dice el biólogo Roberto Medellín, experto en murciélagos desde los 12 años, a Andrea Jiménez, de El País.
Es la especie humana la que interviene en esa visión y, principalmente, la que ha alterado los ciclos naturales en los que el murciélago participa para mantener el equilibrio del ecosistema.
El murciélago es el único mamífero que puede volar, y solo tres de sus más de mil especies se alimentan de sangre; el resto come insectos, peces vertebrados e invertebrados, frutas y néctar. Por ejemplo, cada millón de murciélagos de la especie guaneros de cola libre come 10 toneladas de insectos cada noche en la zona fronteriza del norte de México, revela Medellín a El País, con lo cual los cultivos de maíz, café y otros alimentos quedan a salvo de las plagas que, de lo contrario, los destruirían.
Y el rol de los llamados murciélagos nectarívoros en la polinización de muchas plantas es vital. Estos mamíferos voladores se alimentan del néctar de las flores y, al hacerlo, transportan el polen entre una y otra. Unas flores activan el órgano receptor en el que el murciélago deposita el polen mientras se alimenta. Esas flores fecundan entonces y producen semillas.
Es así como el murciélago es también responsable de que exista el tequila. Y aquí es donde entra Rodrigo Medellín como defensor de estos animales. “Sus trabajos sobre ecología de comunidades y sobre murciélagos como indicadores y como proveedores de servicios ambientales como el control de plagas, la polinización y la dispersión de semillas han sido usados para justificar la creación de áreas naturales protegidas o para integrar planes de manejo. Su trabajo conjunto con otros colegas sobre protocolos para enlistar especies en riesgo es hoy una ley federal”, dice la biografía de Medellín, profesor del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México.
No en vano el naturalista y narrador de documentales David Attenborough bautizó a Medellín como Bat Man.
Por su experticia sabe bien Medellín que de las especies de murciélago Leptonycteris yerbabuenae, L. nivalis y Choeronycteris mexicana depende la existencia del agave azul, la planta que da origen al tequila y al mezcal. Esas tres especies son los principales polinizadores del agave, pero el ciclo natural de la polinización de estas plantas está amenazada por los procesos industriales de producción de tequila y, más recientemente, de mezcal, porque impiden que le salgan las flores.
Como explica un artículo de National Geographic en Español, muchos productores cortaban las flores del agave azul antes de la polinización para aumentar su contenido de azúcar. La web de Bat Friendly –el proyecto del que Rodrigo Medellín es copresidente y que desde 2016 ha logrado que 5% de los ágaves de varias marcas de estos licores sí lleguen a florecer– detalla que la producción industrial a gran escala de destilados de agave requiere que la materia prima se coseche antes de que la planta florezca, porque, si no, el azúcar que se necesita para la fermentación se va a las flores “y ya no es posible utilizar esa planta para producir mezcal o tequila”.
Eso “rompe el ciclo de reproducción [lo que] provoca a su vez escasez de comida para los murciélagos nectarívoros”, explican.
Además, en la producción industrial se usan clones de agave, o hijuelos, que naturalmente crecen a poca distancia de la planta madre y llegan a ser independientes. Para satisfacer la alta demanda de tequila, trasplantan los hijuelos porque crecen mucho más rápido, años incluso, que un agave polinizado. Pero “al ser clones no existe una variación genética significativa entre los brotes y la planta madre (…) La desventaja de la sobreexplotación de este recurso es que la siguiente generación de agaves será igual a nivel genético impidiendo la adaptación a su entorno y defensa ante sus adversarios, y al ser todos iguales, plagas y enfermedades pueden acabar con la población fácilmente”.
Eso es lo que pasó hace unos años: un hongo y una bacteria juntos provenientes del escarabajo picudo plagaron los agaves azules. Los agricultores la llamaron “la muerte del agave”, recuerda Andrea Jiménez para El País. La periodista reporta que en 2013 Rodrigo Medellín acudió a la Tequila Interchange Project (TPI), una organización que desde 2010 ya promovía el cultivo y comercialización sostenibles del agave y sus licores, para exponerles que los murciélagos eran fundamentales para que los agaves enfermos se repusieran y para que se mantuvieran a salvo de nuevas plagas.
Dice el artículo que el presidente de TPI, David Suro, dio entrada a Medellín al sector tequilero. Nació así Bat Friendly en 2016, de una reunión entre académicos, productores, destiladores, embotelladores, comercializadores y bartenders
Desde entonces muchos productores de tequila permiten la floración del agave en 5% de sus plantaciones. “Están repletos de alimento y los murciélagos los visitan; es un acontecimiento histórico. Así se hacían las cosas hace seis generaciones”, comentó Medellín a National Geographic en español.
Los científicos que participan en el proyecto verifican que en ese 5% de agaves florecidos “los murciélagos, en efecto, polinizan las plantas, las semillas se producen y esas semillas incorporan la diversidad genética”, dice un breve informe sobre el proyecto de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN)
Además de ser amigables con los murciélagos, la tequila y el mezcal que salen de esto garantizan la vida de los agaves.“Ese tequila es el único que tiene futuro, porque no le pasa como al resto de cosechas: al estar compuestas por individuos iguales, si uno se enferma, los demás también”, comenta Medellín a la periodista de El País.
Cuando el proyecto comenzó, lanzaron 300 mil botellas de tequila de cinco marcas distintas, según la IUCN.Hasta 2019 la página de Bat Friendly registra nueve marcas de tequila y mezcal amigables con los murciélagos y siete bares en Estados Unidos –el mayor consumidor de tequila del mundo—donde los sirven.