El Instituto para las Mujeres en Migración (IMM), una ONG que defiende los derechos de las mujeres migrantes dentro de México, encontró en un estudio que han secuestrado a 418 migrantes que esperaban en el lado mexicano de la frontera por audiencias en Estados Unidos para estudiar solicitudes de asilo y refugio. 50 de ellos fueron menores de edad.
El 29 de enero devolvieron a México al primer migrante dentro del programa Quédate en México que acordaron Donald Trump y Andrés López Obrador, que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en México la cita con la corte de migración para procesar sus casos.
Hasta el 15 de octubre, las autoridades devolvieron a 51,407 migrantes a México, según Telemundo.
La ONG, que no solo defiende a las migrantes mexicanas sino a las de otros países que usan a México como lugar de tránsito, hizo una investigación durante esos nueve meses. Estudió informaciones de 71 medios de comunicación e informes de abogados y organizaciones civiles, dice el mismo medio.
Los secuestros, cita Telemundo a IMM, ocurrieron en los estados fronterizos de Tamaulipas, Baja California, Chihuahua y en un lugar no identificado, afuera de estaciones de autobuses, en la calle, en carreteras, e incluso saliendo de módulos del Instituto Nacional de Migración, albergues para migrantes y hoteles.
El IMM identificó que el crimen organizado es responsable de 14 de esos secuestros y de la mayoría no se sabe de sus autores.
Un reportaje exhaustivo de Associated Press, firmado por María Verza, cuenta que en Nuevo Laredo, en el norte de Tamaulipas, los narcos buscan a hombres y mujeres migrantes que no tengan cuerdas en los zapatos. Allí, recuerda, domina el Cartel del Noreste, una escisión de los Zetas. Los zapatos sin cordones “son la prueba de que entraron a Estados Unidos para pedir asilo, pero lo único que lograron fue estar detenidos unos días -cuando les quitaron los cordones por cuestiones de seguridad- antes de ser tirados de vuelta en la boca del lobo, en el violento estado de Tamaulipas”, escribe la reportera.
Estar en un lugar como este durante meses mientras esperan las cita de las cortes de migración, es para estos solicitantes de asilo estar “en las fauces del crimen organizado (…) A veces escapan de un grupo para caer en las manos de otro o puede que sean ellos mismos los que, en medio de la desesperación, buscan de nuevo a los traficantes con tal de hallar cualquier salida que no implique regresar a los países de los que huyeron”, escribe Verza.
Verza narra la historia de Yohan, proveniente de Nicaragua con su familia –esposa y dos hijos de dos y 10 años–. Una vez que los devolvieron a México desde Estados Unidos en julio, “solo con su celular y una funda de plástico con una cita para solicitar asilo, sin cordones en los zapatos ni dinero”, se quedó en Nuevo Laredo. Quería pedir ayuda a sus coyotes, los únicos que conocía allí. Los iba a buscar en autobús, porque estaban a 160 kilómetros.
“Antes de llegar a la terminal de autobuses, dos desconocidos le interceptaron mientras otro grupo bloqueaba su familia. Sólo vio a uno armado, pero no hacía falta más. Los subieron a una camioneta, les quitaron lo poco que llevaban, incluidos los zapatos. Les dieron una oportunidad de elegir su destino: pagar por su liberación o por un nuevo cruce”, detalla Verza.
Un mes después del estudio del Instituto para las Mujeres en Migración, el número de migrantes devueltos a México ha sobrepasado los 55 mil. A Tamaulipas, en la frontera norte de ese país, es a donde Estados Unidos ha devuelto a más solicitantes de asilo, casi la mitad.
Revés judicial para Trump
Cuando le pasó esto a Yohan, en julio, el gobierno de Donald Trump emitió una normativa que prohíbe el asilo en Estados Unidos a quienes no puedan probar que lo hayan pedido previamente en terceros países. La medida entró en vigencia el 16 de julio de este año y también pretendía que la prohibición se aplicase con efectos retroactivos para quienes esperan la cita para su solicitud de protección desde antes de esa fecha.
Una jueza federal de California bloqueó este martes 19 de noviembre esa retroactividad por considerarla ilegal.
“Estas personas en busca de asilo comprendieron que su acceso al asilo en Estados Unidos sería sujeto a su voluntad de esperar en México. Confiando en esta declaración del gobierno de Estados Unidos, así lo hicieron. El gobierno – en un giro que, en el mejor de los casos, puede considerarse desorientador y, en el peor, engañoso- ahora busca cambiar de dirección”, escribió la autora del fallo, la jueza del distrito sur de California Cynthia Bashan, citada por Univision.
La decisión respondió a una demanda introducida por las ONG’s Al Otro Lado, Southern Poverty Law Center (SPLC), Center for Constitutional Rights, y American Immigration Council.
El revés judicial a la medida de la administración Trump ocurre la misma semana en la que se activó el acuerdo del “tercer país seguro” entre su gobierno y el gobierno de Guatemala, el lunes 18 de noviembre. El acuerdo da potestad al Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos de devolver a ese país a los solicitantes de asilo y refugio que no hayan pedido protección mientras iban hacia Estados Unidos. El acuerdo podría comenzar a funcionar en diciembre, según Univision. Los gobiernos de los dos países harían un proceso de selección para ver cuál de los dos estudiarían las solicitudes de asilo y refugio de los migrantes.
Univision reporta que esto ocurrirá también con El Salvador y Honduras, con quienes ya hay firmados acuerdos similares.