Quién no ha pensado alguna vez en crear un producto que cambiaría el mundo. Ese fue el objetivo de Jonatan S. Wolfson y Harrison F. Dillon cuando crearon Solazyme, una innovadora start-up nacida en el seno de un garaje californiano para producir combustible a partir de la fotosíntesis de una pequeña alga.
Diez años después de aquel experimento, la compañía sacó al mercado un producto mucho más interesante: el ácido algurónico, un compuesto revolucionario a nivel cosmético, que no sólo regenera la piel, sino que reduce la inflamación y protege de los rayos ultravioletas.
Solazyme utiliza un método innovador para producir aceites renovables, tanto para alimentación, cosméticos y combustibles. Actualmente, existen tres fuentes productoras de aceites: el petróleo, las plantas y las grasas animales. El valor diferencial de esta compañía fue lograr aceites muy caros y preciados a partir de azúcares sin ningún tipo de valor, como bien puede ser la fécula de patata.
Aunque han logrado generar combustible para aviones, lejos queda su primer objetivo: el combustible ecológico. Sin embargo, esta startup no ha cambiado su política de conseguir combustibles limpios. Inicialmente utilizaron la fotosíntesis pero el nivel de producción no era rentable. Se requieren muchos litros para que la venta de fuel sea rentable, y las microalgas no rinden tanto.
Fue en el propio proceso de rentabilizar la producción donde vieron la luz, al descubrir la forma de generar mucho más aceite utilizando un proceso diferente: la fermentación heterotrófica, sin luz y en tanques, no tan limpia, pero que incrementaba la producción de aceites en un 85%.
La empresa ha logrado “amaestrar genéticamente” su alga para utilizarla en su beneficio, creando aceites a la carta, con las propiedades que el cliente necesita.
Solazyme se ajustó a lo que pedían los mercados, no se dejaron llevar por la situación, se enfrentaron y se adaptaron. No se resignaron a seguir soñando, pero con los pies muy buen puestos en la tierra.
Fuente: Reportaje original de Carmen Gilgas publicado en Webonomía