La conciencia ecológica de las marcas es algo que a unas les había afectado más y a otras menos. Otras directamente ignoran totalmente el respeto verde y utilizan ingentes cantidades de plástico, cartón o lo que sea para presentar sus productos. Original Unverpackt (Embalaje Original) es la apuesta que dos jóvenes alemanas hacen por crear una nueva línea de supermercados de productos sin empaques ni envases ni bolsas.
“Se trata del primer supermercado que no utiliza envases desechables. Ninguno. No proponemos que comprar de este modo sea una opción más dentro de un centro comercial, sino una alternativa real. Queremos remodelar el concepto de hacer la compra”, dicen Milena Glimbovski y Sara Wolf a la revista Yorokobu, las ideólogas del proyecto.
“Se trata de aprender a comprar de una forma diferente, acabar con las estanterías interminables llenas de productos que prometen la salvación, compras sin residuos. Estamos en busca del slow food y la basura cero, y en contra de esas otras palabras de moda sobre conciencia ecológica que algunas marcas utilizan para despistarnos”, agregan.
La idea de estas dos madrinas de la comida suelta, es que también con este método se frene la adquisición desproporcionada de productos ya embalados que jamás podemos terminar y acabamos tirando a la basura.
“Creemos que el concepto de compras actual no es sostenible, y un cambio hacia un sistema de compras sin envasar, a largo plazo, tendrá un beneficio global muy grande para la sociedad y para el medio ambiente”, aporta Wolf.
Su idea es ir poco a poco invadiendo todas las ciudades alemanas con este tipo de establecimientos “y luego quién sabe”. Pero como por algo hay que empezar, solicitaron ayuda a la página de financiación colectiva Startnext con la esperanza de convencer a personas de su apuesta y poder inaugurar el primer Original Unverpackt en Berlín. Ya han conseguido reunir más de US$ 136.206 (100.000 euros) a pesar de que eran US$ 61.293 (45.000 euros) los que pedían y aún les quedan 17 días para seguir recibiendo apoyos.
“Cambiar la esencia de lo que es un supermercado quiere decir reducir los desperdicios y la confusión al agregar transparencia a nuestra lista de la compra”, dice una de las dos jefas del equipo que han formado para sacar adelante la empresa.
Lo que también quieren evitar –ya que se quedarán fuera de sus estanterías casi todas las marcas industriales– es que los productos que se vendan en sus supermercados se reduzcan a mercancías orgánicas de una calidad y originalidad que los hagan inaccesibles para gente con el dinero justo para llenar la nevera.
“Cada producto ha sido cuidadosamente seleccionado y probado por nosotros”, explica Wolf la manera en la que quieren proceder en sus ventas, “por lo tanto son buenos, pero queremos que el cliente pueda elegir los que considere de un precio más razonable. Además muchos de los alimentos provienen de la misma región donde se venden, así se economiza su precio y se reduce la necesidad de embalaje en el transporte”.
El funcionamiento de Original Unverpackt está basado en que los alimentos se mantienen en envases a granel y los clientes se pueden servir tanto como deseen en los propios recipientes que hayan traído de casa. Cada uno de los recipiente de donde se toman contará con información totalmente detallada de las características y composición del producto que se lleva el comprador al peso. “Y si no tiene recipiente, no hay problema, puede pedirnos prestado contenedores reutilizables o le damos alguna bolsa de papel reciclado“.
Para los que quieran dar un paso más allá de la comida, sus almacenes también contendrán sección droguería, “con una amplia selección de artículos para rellenar”.
“Este proyecto es el principio del fin de la locura de embalaje”, amenaza Wolf al sistema. “No somos grandes jugadoras en la industria alimentaria, pero queremos cambiar eso y sólo podemos hacerlo con la ayuda de la gente. Se trata de un ejemplo que demuestra a la industria de la alimentación que no hay otro camino. Queremos cambiar las compras para siempre. Acabar con ese infierno de supermercados de luces de neón donde todos los envases tratan de convencernos. Hacer que ir de compras sea algo bello de nuevo, y que el medio ambiente se beneficie de eso. En una generación que hemos sembrado el mundo de cosas buenas, hay que dar la oportunidad a la siguiente generación hacerlo mejor”.
Fuente: Yorokobu | @IQLatino