Ciudades del futuro innovan su transporte

Se implementan novedosos métodos de transporte y señalizaciones de tránsito que crean espacios urbanos mucho más humanos

Ciudades inteligentes, un concepto que hoy está plasmado en la agenda de las grandes empresas tecnológicas como IBM, Siemens y Cisco, y que hace eco en las ciudades del mundo, desde Río de Janeiro hasta Londres.

En el libro más reciente del urbanista Anthony Townsend, Smart Cities, se define a las ciudades inteligentes como aquellos lugares donde la tecnología de la información está presente para resolver viejos y nuevos problemas urbanos. Y esto incluye innovadoras iniciativas que permiten integrar al transporte, público y privado, a sistemas inteligentes que reduzcan las emisiones de carbono, la congestión vehicular, los accidentes de tránsito y, en consecuencia, los costos asociados al transporte en las ciudades. Pero, ¿cómo será el transporte en las ciudades del futuro? Una mirada a la tecnología de hoy puede darnos una idea de las transformaciones que se avecinan en los próximos años.

Peatones conectados, espacios más humanos

Explorando nuevas oportunidades para vincular a los peatones con las señales peatonales en la ciudad de Nueva York, un grupo de estudiantes de la Universidad de Nueva York creó Pop Pop, una propuesta de señalización peatonal inteligente que responde a emociones humanas y a condiciones particulares de la ubicación.

Según los diseñadores de esta novedosa señal de tránsito, la tecnología —con la potencialidad de conectarse inalámbricamente a internet— es capaz de identificar si los transeúntes caminan fuera del paso peatonal, determinar la congestión en una intersección e incluso proporcionar información sobre el clima o el tráfico.

Los creadores de Pop Pop esperan incluir en futuras versiones juegos interactivos para entretener a los peatones mientras esperan por su turno al cruzar la calle. Una manera novedosa de animar a los habitantes en su entorno diario.  ¿Podrá esta tecnología mejorar el tráfico peatonal en las mega ciudades? O tal vez ¿priorizar el tiempo de los peatones sobre el de los automóviles?

 

ciudades del futuro
Pop pop: Una señal peatonal en NYC que tiene emociones humanas

Compartir el camino a pedal

En agosto de 2008 en Washington, DC (Estados Unidos) la tecnología llegó en dos ruedas cuando se lanzó por primera vez la posibilidad de utilizar bicicletas compartidas, un innovador sistema que permite a los residentes de la ciudad rentar una bicicleta por un tiempo determinado y, al terminar su uso, devolverla a una estación centralizada de bicicletas para que otros puedan hacer uso de ellas.

Los diseñadores del emprendimiento desarrollaron estaciones modulares con energía solar, interconectadas de manera inalámbrica y con puntos de pago para que los usuarios de manera sencilla utilicen el servicio.

El programa llamado SmartBike DC comenzó ofreciendo 120 bicicletas en 10 estaciones en el centro de la ciudad y cerca de 1.600 personas se sumaron al programa durante los 2 primeros años de operaciones y ha tenido resultados prometedores. El usuario promedio tiene un ahorro de USD$819 por año, conduciendo 40% menos, y reduciendo las emisiones de carbón y congestión vehicular.

Hoy en día programas similares se han extendido a otras ciudades incluyendo México D.F. (EcoBici), Buenos Aires (MejorEnBici) y Rio de Janeiro (BikeRio).

 

Bicis

Aprovechando la luz verde

¿Qué pasaría si al conducir un auto no tuviéramos que detenernos en ningún semáforo en rojo? La empresa automotriz Audi asumió el reto y presentó —en el más reciente Consumer Electronics Show de Las Vegas— Traffic Light Assist (TLA), un innovador servicio que conecta los automóviles a los semáforos.

La información que emiten las señales de tráfico se envía al vehículo a través de tecnología Wi-Fi, y  el TLA indica al conductor los segundos que quedan antes de que el semáforo cambie a rojo y la velocidad en la que debe manejar para aprovechar su luz.

El sistema también es capaz de apagar y encender automáticamente el vehículo para conservar energía. Expertos ingenieros aseguran que al hacer el flujo vehicular más eficiente, se logrará reducir las emisiones de carbono, un enorme avance para contrarrestar el cambio climático.

Actualmente el TLA se implementa en Alemania e Italia, y los fabricantes esperan pronto aplicarlo en ciudades con problemas significativos de tráfico como Los Ángeles y Nueva York.

La propuesta de conectar semáforos con vehículos particulares será un avance importante para reducir la congestión vehicular. Pero, ¿cuáles son los posibles efectos contraproducentes? ¿Mayor uso del automóvil? Y ¿en dónde queda el riesgo de que los conductores aceleren con frecuencia para alcanzar la luz verde? Puede suponer más accidentes de tránsito y mayores costos.

Pensando en la movilidad citadina

¿Sugieren todos estos inventos de tránsito una “nueva movilidad” para las ciudades del mañana? Un futuro en el cual todos podamos desplazarnos en una gran variedad de maneras. La libertad en su máxima expresión.

Si nuestro deseo es tener ciudades socialmente equitativas y ambientalmente sustentables, la libertad de movilización urbana pasa por democratizar las ciudades; priorizar a las mayorías sobre las minorías; a los peatones sobre los automóviles; al transporte público sobre el privado. De ser esta la visión, el transporte en las ciudades del futuro innovará para convertirse en una urbe más humana.