La empresa colombiana Soluciones Microbianas del Trópico (SMT), desarrolladora de un controlador biológico de plagas y enfermedades para cultivos, ha logrado comercializar en países como Francia, Perú, Ecuador y El Salvadorun producto llamado Tropimezcla, exento de agentes químicos.
Chile es el siguiente mercado donde SMT busca posicionar Tropimezcla, creado a partir de seis géneros de hongos, con acción nematicida, insecticida, bactericida y capacidad radicular, es decir, de desarrollar las raíces de plantas como café o aguacate en sus etapas iniciales.
Con sede en el municipio de Chinchiná, en el departamento de Caldas (centro), SMT desarrolló en 2007 este producto, que reemplaza a los químicos causantes de la esterilización del suelo y daños al medioambiente.
Fue tras una fuerte sequía que afectó a la región del Eje Cafetero y alteró tanto la producción del grano como las condiciones de los microorganismos.
“Estamos hablando de un producto biológico que reemplaza al producto químico”, insistió a Colombia.inn, agencia operada por Efe, la gerente comercial de SMT, Nancy Estrada.
Tripimezcla “tiene tres géneros insecticidas: dos controladores de enfermedades y una levadura que ayuda al proceso de aceleración y descomposición de materia orgánica”, explicó Estrada, quien agregó que los biocontroladores ejercen una acción natural contra insectos, plagas y enfermedades en el sector agrícola y pecuario.
Tropimezcla se vende por un precio que oscila entre los 16.000 pesos (8 dólares) y 105.000 pesos (52 dólares), dependiendo de la cantidad que se adquiera.
Esta empresa, además de Tropimezcla, tiene en su portafolio cuatro productos con base biotecnológica que se implementan de forma preventiva antes de que se presenten ataques de insectos o enfermedades.
“Un producto biológico se demora de cuatro a siete días en actuar. El químico en cuestión de horas acaba con los insectos, pero va más allá porque hablamos de productos toxicológicos que tienen una tendencia a esterilizar el suelo”, explicó.
Los hongos ingresan a través de la cutícula de insectos como tripes o piojos, ácaros, pulgones, broca, homópteros o cigarras, garrapatas, chinches e insectos chupadores, se alimentan de órganos o tejidos y luego los momifican.
Y cuando se trata de llagas o manchas, aseveró la bacterióloga, el hongo genera una especie de escudo para impedir la proliferación de la enfermedad.
Según Estrada, un agente químico tiene un efecto residual de entre 15 a 20 días dependiendo de su toxicología, mientras que uno biológico, inocuo para la salud humana, se reproduce alimentándose de material orgánico, lo que regula de manera natural la aparición de plagas.
Pero advirtió de que ante fenómenos como lluvias fuertes, sequías o infestación masiva los biocontroladores no son eficientes.
“Lo recomendables es que tras una infestación se use una fumigación química y luego biológica, así se logra mantener un equilibrio natural que permite recuperar la microbiota que está en el suelo y que regula insectos y plagas”, afirmó.
Nancy Estrada fundó SMT en 2000 junto a la hoy gerente técnica de la empresa, Patricia Vélez, quienes habían trabajado durante 15 años en el Centro Nacional de Investigación del Café (Cenicafé).
SMT comenzó con una inversión de dos millones de pesos (menos de mil dólares), actualmente facturan 271.000 dólares (550 millones de pesos al año), cuenta con once empleados directos y trece indirectos e invertirá (unos 493.000 dólares (1.000 millones de pesos) en los próximos meses para proseguir la expansión.
Por ahora sólo el 2% de su producción, que alcanza 1,2 toneladas al mes, se exporta, mientras que el resto va dirigida al mercado interno.
COLOMBIA.INN | @IQLatino