Un electrobisturí que detecta células cancerígenas

La herramienta desarrollada por el Imperial College de Londres cuenta con un sensor que toma muestras del humo que se desprende de la cauterización y las compara con bancos de células sanas y malignas

Científicos del Imperial College de Londres han desarrollado una herramienta llamada a ocupar un lugar imprescindible en los quirófanos. Lo han bautizado como iKnife, y se trata de un bisturí inteligente capaz de detectar, en el mismo transcurso de las operaciones, tan solo en tres segundos, si el tejido que está siendo objeto de una intervención es, o no, canceroso. Ese mismo diagnóstico puede extenderse hasta media hora en las pruebas convencionales de laboratorio.

De momento, el electrobisturí evolucionado se ha testado en operaciones reales de 91 pacientes, obteniendo el cien por cien de efectividad en las mismas, tal como han avanzado los científicos en la revista Science Translational Medicine, donde han publicado las primeras conclusiones derivadas de su experiencia.

“Los resultados proporcionan información convincente de que el iKnife puede aplicarse en un amplio rango de procedimientos de cirugía en cáncer”, explica Zoltan Takats, el científico que ha impulsado el desarrollo de esta nueva herramienta quirúrgica. “Proporciona un resultado casi inmediato, permitiendo a los cirujanos realizar su cirugía con un nivel de exactitud que antes no hubiera sido posible. Creemos que tiene el potencial de reducir los promedios de recurrencia de tumores”, añade el investigador.

La electrocirugía es un procedimiento que consiste en el calentamiento del tejido a través de una corriente eléctrica, minimizando la pérdida de sangre en el transcurso de una operación.

Además, como consecuencia de ese proceso se genera humo: y precisamente es en este elemento, aparentemente residual, donde los científicos han hallado el camino para desarrollar el bisturí inteligente a través de una técnica conocida como REIMS (Rapid evaporative ionization mass spectrometry).

El doctor Takats pensó que a través de este humo podría obtenerse información biológica relevante. Decidió conectar el electrobisturí a un espectómetro de masas, un instrumento que permite analizar con gran precisión la composición de distintos elementos químicos, con el objetivo de identificar la composición de las muestras, información obtenida a partir de los miles de metabolitos generados por las células.

El siguiente paso para dotar de efectividad práctica al bisturí inteligente consistió en la creación de una biblioteca de muestras tanto sanas como cancerosas, obtenidas en este caso a partir de tejidos de cerebro, pulmón, pecho, estómago, colon e hígado de un total de 302 pacientes.

Comprando sus lecturas con la información recopilada en la biblioteca de muestras, iKnife es capaz de diagnosticar las características del tejido.

Fuente: Teknautas