Probablemente, una de las preguntas más pertinentes a hacernos ahora, respecto a España o respecto al mundo (tanto da) es la que se hacía hace un par de días el articulista Anand Giridharanas en el New York Times: ¿Estamos ante el fin de los tiempos o ante un glorioso amanecer?
Y reflexionaba: una de las más extrañas características de nuestro tiempo es la lucha y la mezcla de estas dos retóricas. (…) Es cierto que estamos en un tiempo realmente fecundo y que realmente se marchita, de innovación asombrosa y de colapso increíble. (…) Es dificil pensar en un periodo en la historia comparable, en el que la retórica del final de los tiempos baila con tan poco esfuerzo con la de un amanecer esplendoroso. ¿Cuál de ellas llegará a ser cierta?
Al día siguiente, el padre de la “triple cuenta de resultados”, que es un elemento referencial de la #RSE, John Elkington, lanzaba su nuevo y provocativo informe “Breakthrough: Business Leaders, Markets Revolution” que traducido al castellano equivaldría a “Disrupción (¿o Rupturismo?): Líderes de los Negocios, Revolución de la Mercados”
El informe puede que cree polémica por varias razones, entre ellas porque plantea que la RSE ha tenido ya una nueva etapa de desarrollo, la de la “Innovación Social”, y que detrás de ésta debería venir otra nueva etapa: la del Capitalismo Disruptivo (o Rupturista), la del cambio de los sistemas (económico, financiero, empresarial y ecológico) en los que vivimos hoy.
Para él hay tres alternativas planteadas a la humanidad: o el colapso, o el cambio incremental (change-as-usual), y la disrupción, mediante un cambio de sistemas.
Y, en la vía hacia ese cambio de sistema, plantea siete frentes de acción, a cual más inspirador, y en los cuales se plantean esas tres posibles alternativas: el la ciencia, el activismo, las instituciones, el acceso a los bienes, las finanzas, la economía y en la cultura.
Para él está naciendo un nuevo paradigma: el que está relacionado con el nuevo papel de los seres humanos como especie dominante en el planeta. Y defiende que la única salida honrosa que nos queda es trabajar en ese cambio de sistemas para que en dos o tres décadas realmente nos hayamos reconciliado con la idea y la práctica de vivir solamente en un planeta (a lo que lleva la alternativa del capitalismo rupturista), no en dos (a lo que llevaría la alternativa de los cambios incrementales), no en seis (la hipótesis imposible de lo que supondría dejar las cosas como están).
Para él, y en esto algunos como yo coincidimos desde nuestra humilde percepción, en este mundo en el que las finanzas y la economía ya han tenido dos o tres infartos de corazón en los cinco últimos años, y en el que no acabamos de poner freno al cambio climático, ni acertamos a resolver el problema de la escasez creciente de agua, alimentos y energía, se está generando al mismo tiempo una nueva y vibrante realidad de emprendedores sociales, innovación sostenible, empresas que abrazan la innovación y la aplican a la sostenibilidad con resultados exponencialmente positivos para la empresa y para la sociedad. Todo está, pues por escribir.
Esto naturalmente, tiene mucho que ver con la visión que tengamos de lo que significa la #RSE, la #sostenibilidad todos los que pensamos que la #RSE es genuinamente un tema central, crucial y esencial de la agenda pública y de la agenda global. Y este informe, sin duda, contribuirá de modo importantísimo a que todos aquellos que creemos en la #RSE y trabajamos por su progreso, ampliemos enormemente nuestro horizonte.
Para Elkington el mundo se encuentra en una encrucijada real, y las empresas, pero no solamente ellas (también las instituciones, la ciencia, los activistas, las religiones…), tienen una tarea fascinante y crucial para poner a la humanidad a un curso sostenible, para su propio beneficio y el de las generaciones venideras.
Con la pregunta con la que nos enfrenta esta visión del capitalismo disruptivo de John Elkington es: ¿para qué la #RSE? Y solamente por eso, merece la pena leer pausadamente y en detalle su informe.
Manuel Escudero | Diario Responsable