¿Moda, necesidad de ahorrar o innovación educativa? Al menos siete universidades argentinas han firmado convenidos en el último año con grandes tecnológicas como Microsoft para migrar sus sistemas de computación a la nube y actualizar el modo como se imparte clases.
Son la Universidad Di Tella, el IAE, la UCA, la UAI, la Universidad Kennedy, la Universidad de La Matanza y la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
En lenguaje informático, la nube se refiere a un conjunto de servidores a los que se accede a través de Internet, lo que permite almacenar contenidos y hacer correr software fuera de los servidores locales.
José Luis Giusti, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, que ya dispone de 35 de sus 200 cátedras en la nube, asegura que los campus virtuales permiten que la relación alumno-profesor “no se limite a 4 o 6 horas semanales, y eso enriquece las clases”.
Giusti asegura que este proceso también implica un mayor control de calidad, ya que las cátedras “se encuentran con el desafío de rearmar sus contenidos y bibliografías”.
También la innovación tecnológica ha aterrizado en la UCA donde se usa la videoconferencia para actividades entre distintas sedes y para algunas clases de posgrado hacia el exterior”, dice José Aboy, director de Sistemas de esa casa de estudios.
En la UNLAM habilitaron 38.000 cuentas de correos para los alumnos para acortar “los tiempos de respuesta y la disponibilidad y la seguridad son mayores”.
Fuente: Artículo originalmente publicado en Clarín | versión IQLatino
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