[Actualización al 7 de noviembre. Jesús Chúo Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, respondió al ex presidente de Colombia, Ernesto Samper, mediador de Unasur, secretario general de este organismo, quien envió una misiva a las partes diciendo en concreto a la oposición que no creara falsas expectativas sobre los resultados del diálogo y que no abandonaran la mesa de negociaciones. “Usted está aquí para lograr que sea el pueblo venezolano el que se exprese. El papel de los acompañantes es promover una solución electoral para que todo el mundo acate la expresión del pueblo”, dijo en su programa radial, según cita El Nacional. Torrealba le respondió también, en una carta de la MUD firmada por él, que “su deber al auspiciar estos encuentros debe ir de la mano de una promoción de elecciones”, de acuerdo con un despacho de EFE publicado en Efecto Cocuyo. “Obviamente, el rol de quienes desde afuera acompañan de buena fe este proceso no es el de calificar como ‘verdadera’ o ‘falsa’ tal o cual expectativa, sino el de ayudar a los venezolanos a crear las condiciones para que sea el pueblo el que decida, a través del voto, cual ‘expectativa’ es la que habrá de cumplirse”, dice el vocero de la MUD.
El corresponsal de El País en Venezuela, Alfredo Meza, aportó nuevos datos en la reconstrucción de cómo se formó la mesa del diálogo que comenzó el 30 de octubre:
“La Iglesia ha logrado desactivar un enfrentamiento que lucía evidente, pero ahora quedan otros retos. El Vaticano y los mediadores coinciden en que Venezuela no puede celebrar elecciones en medio de los desastrosos resultados de su economía, porque supondría, de ganar la oposición, el inicio de un período incierto y de alta probabilidad de violencia. Esa lectura cuenta con el apoyo de Estados Unidos. La Iglesia quiere convencer al Gobierno de que permita la apertura de un canal humanitario que implique la llegada de los alimentos y las medicinas que apenas se consiguen en el país. “Lo más avanzado que tenemos es una hoja de ruta que permita revertir la crítica situación del abastecimiento en Venezuela”, advierte uno de los negociadores opositores. La Iglesia también va a trabajar por una salida electoral como colofón del acuerdo, aunque los negociadores saben que la salida política no dependerá del Vaticano. “El Vaticano quiere darle un voto de confianza a Maduro para que se logre pirmero la estabilidad de Venezuela”, afirma esa misma fuente. Son partidarios de esa estrategia Zapatero y el expresidente de Panamá, Martín Torrijos, uno de los mediadores, que trabaja en un acuerdo para lograr que las instituciones recuperen su credibilidad e independencia.
Con esas prioridades en el ambiente, el referéndum revocatorio ya luce un asunto del pasado. Uno de los negociadores piensa incluso que está muerto. Tal vez por eso la oposición comienza a ver con agrado la posibilidad de lograr un acuerdo político que permita, mediante una enmienda constitucional, adelantar las elecciones para finales de 2017. Falta saber si el Gobierno aceptará esa solución. En el recuerdo de los opositores más desconfiados, tan lejana fecha supone que Maduro, con la ayuda de la comunidad internacional, pueda enderezar el rumbo y ganar la elección proyectada. Lo hizo Chávez cuando en 2003, en una circunstancia similar, se instaló una mesa de diálogo, coordinada por la Organización de Estados Americanos (OEA), que allanó el camino para un referéndum revocatorio de su mandato. En un año de negociaciones Chávez pudo recuperar su popularidad, iniciar sus exitosos programas sociales y gobernar hasta el día de su muerte. La oposición esta vez está convencida de que tal milagro no ocurrirá. La economía del país no se recuperará en el tiempo que resta para renovar todos los cargos y pesará con un lastre en las aspiraciones del chavismo. A ese mantra se confían”.]
El domingo 30 de octubre fue el primer encuentro dentro de la agenda de conversaciones entre representantes de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y miembros del gobierno, con la presencia de un enviado del Vaticano y los mediadores de Unasur, los ex presidentes Zapatero, Fernández, Torrijos y Samper, con la creación de cuatro mesas de conversaciones y la convocatoria para una nueva reunión el próximo 11 de noviembre. Con la visita rápida del presidente Nicolás Maduro, quien no participó en las discusiones a puerta cerrada, y sin la presencia de Voluntad Popular, partido que lidera Leopoldo López, por considerar que no están dadas las condiciones para el diálogo. Además de la promesa de la oposición de mantener la agenda de protestas de esta semana, “incluyendo la declaratoria de responsabilidad política contra el presidente y la marcha convocada para el 3 de noviembre hacia el Palacio de Miraflores”, escribió Valentina Lares, corresponsal en Caracas de El Tiempo de Bogotá.
“Todos los partidos se comprometen a mantener la agenda de lucha anunciada al país para lograr el cambio políticos urgente, lo que incluye la evaluación parlamentaria de la responsabilidad política del Presidente de la Republica en la crisis humanitaria y la agenda de lucha social, en la calle y con el pueblo”, dice el comunicado que difundió la MUD el domingo, en medio del inicio de las conversaciones.
El llamado diálogo, aunque en el mismo comunicado la MUD llamó a este primer encuentro “una reunión exploratoria”, comenzó en días cruciales y difíciles para el país, tras la suspensión del referéndum revocatorio y con el debate de la Asamblea Nacional de un juicio político al presidente Nicolás Maduro en pleno desarrollo, con una nueva sesión prevista para este martes.
El Estado del Vaticano envió esta vez al sacerdote italiano Claudio María Celi, quien leyó el documento al final del encuentro –que duró 6 horas, hasta entrada la madrugada– en el que se describen las mesas de trabajo que se instalarían “de forma inmediata”: la mesa de “Paz, respeto al estado de derecho y a la soberanía nacional”, coordinada por José Luis Rodríguez Zapatero; otra sobre “Verdad, justicia, derechos humanos, reparación de víctimas y reconciliación”, dirigida por el Vaticano; otra mesa “Económico Social”, que coordinará Leonel Fernández; y otra sobre “Generación de confianza y cronograma electoral”, que dirigirá Martín Torrijos.
En el documento se lee que “cada una de las mesas contará con un representante del Gobierno venezolano y uno de la oposición, nominando todos ellos asesores técnicos” y que el debate fue “constructivo y respetuoso”.
Sin mayores detalles, dice que entre los temas que surgieron en la discusión acordaron atender ocho: 1)”Compromiso conjunto para el mantenimiento de la Paz y el entendimiento entre los venezolanos”; 2) Revisión de la situación de las personas privadas de libertad; 3)Caso de los diputados del estado Amazona (suspendidos de sus curules por el TSJ); 4)Cronograma e institucionalidad electoral y respeto a los procesos electorales previstos en la Constitución; 5) Funcionamiento y autonomía de los poderes públicos y respeto de sus respectivas competencias constitucionales; 6)Compromiso conjunto para mejorar las condiciones de abastecimiento de alimentos y medicinas; 7) Explorar alternativas que conlleven la acción conjunta de los órganos del Estado para atender los temas económicos más urgentes; 8) Formulamos votos para que los problemas de los venezolanos se resuelvan en el marco de la soberanía nacional; agradeciendo altamente el acompañamiento internacional en apoyo a este Diálogo político”.
[Actualización al 1 de noviembre: Carlos Ocariz, alcalde del municipio Sucre y dirigente de Primero Justicia, y Chúo Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, ambos presentes en las conversaciones con el Gobierno, informaron en sus cuentas de Twitter, cerca de las 11 de la noche hora local, que fueron liberados “los primeros presos políticos”, Carlos Melo, Marco Trejo, Andres Moreno, Andrés Leon y Coromoto Rodríguez. “Y los que faltan”, dijo Torrealba, quien detalló, en su programa La Fuerza es la Unión, vía Periscope, los casos de cada uno: “Hay que seguir peleando por la calidad electoral porque la única garantía de que ni este ni ninguna persona esté presa es teniendo un gobierno respetuoso de los derechos humanos”, dijo. “Repongan el referéndum revocatorio”, agregó (…) “o en su defecto hagamos el acuerdo político para adelantar las elecciones presidenciales en 2017 (…) eso es parte de lo que está planteado en esta iniciativa que gracias al Papa Francisco existe”].
[Actualización al 2 de noviembre: Durante la sesión del martes 1 de noviembre de la Asamblea Nacional, su presidente Henry Ramos Allup informó que la marcha hacia el Palacio de Miraflores, prevista para este jueves 3 de noviembre, quedaba suspendida a petición del Vaticano. Asimismo, se difirió el juicio político al presidente Nicolás Maduro: el Parlamento tenía previsto dos puntos del día: la comparecencia de Maduro, citado la semana pasada, y la presentación de “hechos que prueban la ruptura del orden establecido en la Constitución”, recuerda Efecto Cocuyo. “El jefe de la fracción de oposición, Julio Borges, solicitó el diferimiento de los dos puntos luego de asegurar que el Vaticano mediará para liberar plenamente, sin condiciones, a todos los presos políticos”, reseñó la misma publicación. La víspera se supo que también liberaron en Táchira a Pablo Parada y Jean Carlos Ortiz, según el Foro Penal Venezolano . Los liberados hasta ahora son, además de Parada y Ortiz, son Marco Trejo, Andrés Moreno, Carlos Melo y Coromoto Rodríguez. De acuerdo con esta organización, quedan 108 presos políticos en Venezuela.
El diputado de Primero Justicia, Juan Pablo Guanipa, habló en términos más específicos sobre estas decisiones del bloque opositor, en su cuenta de Twitter: “El juicio político se difiere por solicitud hecha por el representante del Vaticano. La Unidad lo hace bajo las siguientes condiciones: Se difiere el juicio político a Nicolás Maduro a cambio de que se liberen TODOS los presos políticos. Se difiere el juicio político a cambio de que se acepte ayuda humanitaria para alimentos y medicinas que necesita nuestra Venezuela. Se difiere el juicio político exigiendo restitución de competencias e institucionalidad de la Asamblea y renovación PLENA del CNE. Se difiere el juicio político a cambio de que se discuta y apruebe un cronograma electoral que incluya la Presidencia de la República. El plazo de estas propuestas es de 10 días, hasta el #11nov . De no ver resultados positivos, la Unidad dará por concluido el diálogo. Nunca, léase bien NUNCA hemos propuesto un camino diferente a la expresión popular por el VOTO. El trabajo de la UNIDAD será para lograrlo”
Voluntad Popular emitió un comunicado al final del día : “Desde Voluntad Popular manifestamos nuestro desacuerdo durante la sesión de la Asamblea Nacional, al tiempo que dejamos clara nuestra convicción y compromiso unitario, asumiendo la importancia estratégica de la Unidad para el pueblo venezolano. Voluntad Popular hará todo lo que tenga que hacer para que cumplamos el nuevo compromiso asumido en la Unidad: si para el 12 de noviembre Nicolás Maduro no ha vuelto al carril de la Constitución y nuestro pueblo sigue sin una nueva elección para cambiar al presidente, debemos declarar el abandono del cargo y movilizarnos a Miraflores”. En ese tono habló el diputado y coordinador nacional de VP Freddy Guevara durante su turno de palabra en el Parlamento, cuando se informó de la suspensión de la marcha y de la prórroga del juicio político a Maduro. Lo secundó Ramos Allup: “Si pasan 10, 12 días y no tenemos ningún resultado, tendremos que pararnos y cada quien seguirá activando su propio mecanismo”. El presidente Maduro aprovechó su programa semanal para llamar “grupo terrorista” a Voluntad Popular y llamó “delincuente” a Guevara, además de amenazarlo con la cárcel, aunque las partes se habían comprometido a “disminuir el tono de agresividad” en pro de “un ambiente de paz y concordia” durante la primera reunión del diálogo que comenzó el domingo pasado. Jesús Chúo Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, respondió a Maduro en su cuenta de Twitter: “Maduro no podrá dividir la oposición entre ‘dialogantes’ y ‘radicales’. AQUÍ TODOS SOMOS DEMÓCRATAS! Solidarios con Freddy Guevara y VP”. La agresión de Maduro contra Freddy Guevara y VP es CONTRA TODA LA UNIDAD y en consecuencia constituye una patada contra la Mesa de Diálogo”.
“El revocatorio no está muerto y se lo dijimos clarito al Gobierno”, insistió Henrique Capriles Radonski, en una entrevista con Vladimir Villegas.
También se supo, por voz de Torrealba, en su programa, que una representación de la coalición opositora se reunió con Tomas Shannon, subsecretario de Estado de Estados Unidos, en la sede de la embajada de ese país. Asistieron Ramos Allup, Borges, Torrealba y los diputados Enrique Márquez, Luis Aquiles Moreno, Freddy Guevara y Luis Florido. Torrealba informó que conversaron sobre la mediación de El Vaticano en el diálogo y la suspensión del referéndum revocatorio. “Thomas Shannon llegó el lunes a Caracas para mostrar el apoyo de su país al diálogo iniciado entre el Gobierno venezolano y la oposición política y fue recibido por el presidente Nicolás Maduro, con quien, entre otros temas, conversó sobre las relaciones “de respeto” con Washington y sobre el tema energético”, dice un despacho de EFE.]
Hasta última hora de la tarde del domingo 30 de octubre no sé sabía si se realizaría esta primera reunión del diálogo y no estaba claro quién iría por la oposición. Finalmente tuvo lugar en el Museo Alejandro Otero, en La Rinconada, el suroeste de Caracas, y no en Margarita ni en el Meliá Caracas, donde se dio la primera reunión del 24 de octubre. Concurrieron representantes de cuatro partidos opositores, además del secretario ejecutivo de la MUD, Chuo Torrealba: “Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática enviaron a los hombres que le han llevado el pulso al diálogo desde que inició: Timoteo Zambrano y Luis Aquiles Moreno. Primero Justicia se decantó por el alcalde Carlos Ocariz, más cercano a Capriles que Borges”, escribe Luz Mely Reyes en Efecto Cocuyo. Además de Henri Falcón, del partido Avanzada Progresista . Voluntad Popular no asistió: “El partido Voluntad Popular ha expresado, al igual que su líder Leopoldo López, la imposibilidad de asistir al mismo dado que consideran que el Gobierno no ha mejorado las condiciones actuales de represión, hostigamiento y persecución contra la oposición y contra todo el pueblo, y solicitan gestos importantes a beneficio el pueblo y la liberación de los presos políticos, posición está respaldada por todos los integrantes de la Unidad”, dice el comunicado de la MUD de este domingo. López había dado el no a Torrijos días atrás durante su visita en la prisión militar de Ramo Verde.
Por el gobierno asistieron la canciller Delcy Rodríguez, el diputado Elías Jaua y el alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez, y el ex canciller Roy Chaderton. Nicolás Maduro visitó la reunión, dio un breve discurso y se fue: “Asumo mi compromiso total y absoluto con este proceso de diálogo. A la MUD le tiendo la mano y le tiendo la palabra también para conversar”, dijo Maduro, dice la nota de El Tiempo de Bogotá, según la cual el mandatario agregó: “Hagamos el mejor de nuestros esfuerzos para avanzar de manera progresiva y sostenida”.
“En representación de la oposición venezolana, los cuatro partidos antes mencionados y el secretario ejecutivo de la MUD se comprometen a: Exigir el fin de la represión y la persecución contra los demócratas y el pueblo, y se comprometen a levantarse del espacio de diálogo en caso de no ser resueltas las demandas en el corto plazo. El partido Voluntad Popular asume que de lograrse las condiciones planteadas se incorporarán en el proceso de diálogo para contribuir de manera significativa con el proceso de cambio”, agregó el comunicado de la MUD
“Vale acotar que desde febrero, cuando comenzó a perfilarse la posibilidad de un diálogo entre el gobierno y la oposición, esta estableció condiciones como la liberación de los presos políticos y la organización del referéndum para sentarse a la mesa. Ninguna de estas se ha cumplido”, recuerda Lares en este artículo.
Y aun se sentaron.
“En el fondo, hay mucho que discutir, pero en términos políticos, la propuesta inicial de Zapatero era la convocatoria a elecciones generales, mientras que Unasur pide enfocarse en la cuestión política. Para unas elecciones generales habría que reformar la Constitución, estiman los expertos”, analiza Reyes.
Albinson Linares cita, en The New York Times en español, al politólogo experto en conflictos y en pacificación, Miguel Ángel Martínez Meucci, quien escribió el libro Apaciguamiento, ” donde explora y analiza las intensas negociaciones entre el gobierno y la oposición después del golpe de 2002″. Después de estos eventos, se celebró en Caracas la Mesa de Negociación y Acuerdos, con la mediación de César Gaviria y Jimmy Carter, y en 2003 se realizó el referéndum contra Hugo Chávez, que ganó. Aunque desde el gobierno hubo trabas para que se llevara a cabo (recuérdese una tan importante como la Lista Tascón), la consulta no se suspendió. Meucci cree que entonces, entre 2001 y 2004, “se consolidó la Revolución Bolivariana como un modelo de gobierno”. “El oficialismo aprendió a manejar las conversaciones de un modo hábil y deliberado como maniobras que le ayudan a dividir a sus adversarios y a parecer más tolerante y pacífico de lo que en realidad es”, comentó, según el artículo.
“Actualmente creo que el revocatorio no es, en absoluto, una iniciativa que tenga por qué ser sometida a ningún tipo de diálogo ni negociación”, explica el experto, quien señala que al ser un mecanismo contemplado en la Constitución y sujeto a un marco legal y reglamentario “solo requiere para funcionar que quienes desempeñan cargos institucionales cumplan y hagan cumplir con las normativas de rigor y que se cuente con la suficiente participación popular como para activarlo y consumarlo”. De hecho, Meucci argumenta que cualquier negociación previa implicaría desvirtuar tanto al mecanismo del referendo como la la voluntad ciudadana, y por eso un eventual diálogo político sobre el revocatorio solo tendría sentido luego de que se haya realizado. El único objetivo que tendrían esas conversaciones, dice el experto, es preparar “una transición política estable y lo menos dolorosa posible para los venezolanos”, escribe Linares.
“Diálogo entre la Asamblea Nacional y los demás poderes públicos, no solo el Ejecutivo. Diálogo institucional entre la Asamblea y la Fuerza Armada. Diálogo entre gobernadores y alcaldes de todas las regiones. Diálogo para la liberación de presos políticos y la amnistía o reconciliación, con el objetivo de lograr una ley en la que ambos sectores del conflicto se vean reflejados. Diálogo social, diálogo con el empresariado. Concebir esas agendas es fundamental para que nadie pierda el tiempo o para que nadie gane simplemente con la pérdida de ese tiempo, en perjuicio del país”, introducía.
“Esa búsqueda de la convivencia, ¿es contraria a la convocatoria del referendo revocatorio? Por supuesto que no. Lo deseable es que el revocatorio integre la agenda del diálogo, pero entendamos algo: un diálogo político limitado a producir una negociación que ponga al revocatorio en el calendario equivaldría a fijar fecha de salida del Gobierno (sin que sus líderes tengan claro su futuro); y pone a la oposición a las puertas de un gobierno en el que difícilmente tendrá éxito sino llega a él cimentado en un acuerdo nacional, que incluya un programa de acuerdos mínimos para la transición. Y el Gobierno, saliendo de una derrota electoral, no tendrá incentivo para allegarse a ese acuerdo, puesto que luego de verse impuesto del revocatorio, su probable apuesta será a que la crisis se profundice.
En consecuencia, diálogo y revocatorio no son excluyentes. Y, por el contrario, es bueno que ocurran simultáneamente en sus propios rieles y dinámicas. De hecho, la presión unilateral del revocatorio y la movilización popular en torno a esa alternativa constitucional puede lubricar al diálogo (y este, a su vez, favorecer al revocatorio) o a alguna forma de transición negociada”, agregaba.
La intensa agitación política y social y las dificultades dan muy poca tregua, y ahora ponen a prueba la consistencia de este diálogo o reuniones exploratorias que comenzaron entre los líderes políticos. Queda un margen de “10 o 12 días” ¿Será posible ese ambiente de paz al que se comprometieron las partes, en sincronía con las salidas y la atención a las reivindicaciones que requiere una parte mayoritaria de la población?
“Pero al final, la actuación más relevante es la que están de alguna manera cocinando los EEUU y el Vaticano, que se mueven como en un juego de ajedrez en varios tableros simultáneos.
Los venezolanos en este escenario somos lamentablemente la carne de cañón y al mismo tiempo la solución. Es por ello que tenemos que entender -si queremos resolver el conflicto- la verdadera dimensión del problema, que va más allá de sustituir un gobierno por otro.
El país necesita un cambio, es evidente, pero no debe ser solo de gobierno, sino de una visión concordada para resolver la desinstitucionalidad del Estado Venezolano, carcomido por la delincuencia y la corrupción que ha sido terreno fértil para la descomposición social que hoy adolecemos”, escribió Emilio Figueredo en el editorial de Analítica.com