A las acciones locales de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el bloque opositor venezolano, para instar al Consejo Nacional Electoral a que celebre este mismo año el referéndum revocatorio presidencial –un clamor que crece con los días–, se suma una cruzada diplomática que pone la atención en Venezuela para que se acelere la celebración de esta consulta y se solucionen los grandes problemas que asedian a ese país.
Porque el último anuncio de la presidenta del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, Tibisay Lucena, aumenta la posibilidad de que la consulta se realice después del 10 de enero de 2017, cuando se inicia el cuarto año de mandato de Nicolás Maduro: por mandato constitucional, no se convocarían nuevas elecciones sino que el vicepresidente, aliado de Maduro, asumiría su cargo si aquél perdiera. En su declaración del pasado 8 de agosto, Lucena anunció la siguiente fase del proceso –la recolección de más de 4 millones de firmas, el 20% del registro electoral de ese país– para finales de octubre, sin dar fechas precisas, lo cual no despeja las expectativas para la realización de la consulta antes de enero. La MUD anunció de inmediato la llamada “toma de Caracas”, una convocatoria de marcha para el 1 de septiembre, como respuesta al anuncio –dilatado, largamente esperado por los convocantes– de Lucena, en la que se espera que los manifestantes viajen de forma masiva desde todos los rincones del país para exigir ante las propias puertas del CNE la celebración del referéndum este mismo año.
Y fuera del país no tardaron los pronunciamientos. Tres días después del anuncio de Lucena, 15 de los 35 países miembros de la Organización de Estados Americanos emitieron un comunicado conjunto. “Hacemos un llamado a las autoridades venezolanas para que garanticen el ejercicio de los derechos constitucionales del pueblo venezolano y, a la vez, se cumplan de manera clara, cierta y sin demora las etapas restantes para la realización del referendo revocatorio presidencial”, dice el documento, firmado por los embajadores de Argentina, Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. El propio Luis Almagro, secretario general de la OEA, reprodujo la carta en su cuenta oficial de twitter.
“Instamos al gobierno de Venezuela y a la oposición a concretar de verdad un diálogo franco y efectivo, de manera directa o con apoyo de facilitadores, que permita encontrar soluciones duraderas en un clima de paz y respeto mutuo, exhortándoles a mantener observancias de la forma de expresión y de incidencia pacífica y no violentas”, agregó el documento.
El embajador venezolano ante la OEA, Bernardo Álvarez, dijo estar sorprendido por el documento, del que “no le avisaron” y “acusó a estos países de actuar ‘a espaldas’ de Caracas”, según el periódico El País.
Al día siguiente de la publicación del documento, Almagro recibió en su despacho al diputado opositor Luis Florido, presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional venezolana.
“Hemos venido a presentarle el expediente de violaciones a la Constitución y los derechos a elegir de los venezolanos y a revocar”, dijo Florido, acompañado del también diputado opositor, Carlos Vecchio. reseña Sumarium. “El RR fue solicitado en marzo y se podía realizar en menos de 40 días, pero a la fecha no tenemos conocimiento claro y preciso del cronograma, así se lo hemos manifestado al secretario general”.
En la reunión también revisaron el tema de los presos políticos en Venezuela. Horas después de que una corte de apelaciones ratificó la medida de cerca de 14 años de prisión contra Leopoldo López que lo llevó a la cárcel hace casi un año. La sentencia generó el pronunciamiento, via twitter, de la principal encargada de Estados Unidos para Latinoamérica, Mari Carmen Aponte: “Muy preocupada sobre la decisión contra preso político @leopoldolopez. Llamo al Gobierno de #Venezuela que proteja #democracia #justicia”, escribió Aponte en su cuenta oficial de la red social Twitter, reseña Efecto Cocuyo.
Luis Almagro aceptó la solicitud de Luis Florido de enviar observadores de la OEA a la Toma de Caracas. “Almagro ha mostrado su disposición a evaluar opciones para que la OEA despliegue una observación a la marcha opositora que busca acelerar la consulta, pese a que Caracas ha negado sistemáticamente el ingreso de misiones de la OEA a su territorio durante los últimos años”, señaló en rueda de prensa Gonzalo Koncke, el jefe de gabinete de Almagro, según HispanTV.
Según Konche, Almagro también manifestó “su disposición a aceptar” la petición de enviar expertos para que observen la recolección del 20 por ciento de las firmas en esa fecha todavía imprecisa de octubre, de acuerdo con la publicación. Todavía no hay respuesta del gobierno venezolano sobre esto.
En paralelo, uno de los principales líderes opositores de Venezuela, Henrique Capriles Radonski, se reunía con el nuevo presidente de Perú en una visita relámpago a Lima y obtenía su respaldo. “Yo apoyo la democracia, apoyo las buenas causas, él es parte de una buena causa(…) La Constitución venezolana encarna esos principios porque permite la revocatoria, es un tema importantísimo en este momento que nosotros moralmente apoyamos sin interferir en la vida política de Venezuela”, expresó, según el diario La Opinión. Además, Capriles visitó Congreso de ese país y obtuvo de esta institución una moción de solidaridad con Venezuela “en la que expresó su profunda preocupación por la crisis política y humanitaria en ese país”, agregó el diario.
Ese mismo día una comisión de la MUD entregaba a la delegación de la FAO en Venezuela un documento en el que “responsabiliza al Gobierno Nacional por la escasez de alimentos en el país”, informó otra nota de Efecto Cocuyo. El diputado encargado de la gestión, Carlos Paparoni, expuso estas cifras: 12 millones 270 mil venezolanos se alimentaron solo una o dos veces al día en mayo; casi 4 millones más en julio.
Así llamó a la situación venezolana Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de Naciones Unidas –el organismo a cargo de la FAO–: crisis humanitaria. “Estoy muy preocupado por la situación actual, en la que las necesidades básicas no pueden ser cubiertas, como la comida, el agua, la sanidad, la ropa, no están disponibles. Eso crea una crisis humanitaria en Venezuela. Toda esta situación está creada por la inestabilidad política. Y antes que nada tiene que haber estabilidad política. La ONU está lista para ayudar, pero las potencias y los organismos regionales ya están comprometidos”, dijo al diario argentino La Nación y a otros cinco medios locales durante su visita a Argentina. “Pese a su preocupación, el jefe de la ONU confía en que el esfuerzo de la región y también la misión mediadora del ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero den sus frutos en Caracas y el país logre recuperar su estabilidad política”, añadió el artículo.
Y, por último, aunque hablara en términos religiosos, en apariencia menos pragmáticos, la declaración del secretario de Estado Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, durante una homilía el pasado 13 de agosto, se suma a esta ola diplomática en torno a Venezuela. Parolin, quien fuera nuncio apostólico en Caracas, pidió “rezar para que Venezuela encuentre soluciones pacíficas a la actual crisis”, publicó ACI Prensa. Venezuela “se debate se debate y atraviesa por difíciles situaciones sociales, políticas y económicas, que están produciendo gran sufrimiento en la población”, dijo durante la misa de un campamento de jóvenes en Aquila, Italia.