Venezuela invirtió más de 10 mil millones de dólares en la industria del agua. ¿Dónde está ese dinero?

El 3 de octubre el CSIS (Center for Strategic & International Studies), realizó una convocatoria a un panel de expertos para tratar la crisis de agua en Venezuela. Entre los presentes se encontraban el presidente del Comité Plan País y diputado a la Asamblea Nacional Juan Andrés Mejía, José María de Viana Coordinador Tecnico de Servicios Públicos de Plan País, María Julia Bocco Líder Economista en Agua y Sanitización del Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros expertos en la materia del agua. 

El diputado Mejía empezó su exposición explicando cómo en Venezuela desde 1958 y 1998 se construyeron 72 embalses de agua, mientras que desde 1998 (llegada de Chávez) a 2018 sólo se construyeron 2 embalses. Antes de la llegada de Chávez al poder, Venezuela era líder y pionera en muchos sectores, uno de ellos el agua. Mejía destacó que el origen de esta crisis es claro, el nombramiento de personas que desconocen la materia, no incluir a la empresa privada para el desarrollo del sector y lo más importante la corrupción. Estos han sido para el diputado, los factores que han llevado a Venezuela a tener una de las crisis más grandes en la región en el área del agua. Las personas más afectadas por la crisis son las mujeres y los menores de edad. Este desastre tiene la particularidad que fue creado y auspiciado por el hombre, Mejía lo relaciona con el socialismo del siglo XXI. Finalizó diciendo que Plan País cuenta con expertos que se han formado en todo el mundo y ayudaran al crecimiento y reconstrucción de Venezuela. 

El ingeniero de Viana dio una perspectiva más técnica de lo que sucede con el sistema de agua en el país. Venezuela era un país que fue pionero, erradicó la malaria, tenía el mayor ritmo de crecimiento en la región, salió de problemas de enfermedades tropicales y hoy en día los niveles de miseria están dominando el país. Hace 20 años ya se habían construido más de 500 kilómetros de tubería, esto aseguraba que el 93% de la población tenía acceso al vital líquido. Este proyecto se comenzó en el año 1930 y aún en dictadura (Pérez Jiménez) el avance fue constante. En 1960 la isla de Margarita se logra conectar con una tubería de agua potable desde tierra firme, un avance inimaginable para la época; hoy en día la isla recibe menos de 50% de agua de lo que recibía al momento de la obra. La pregunta es ¿Cómo se llega a este estado? Para el ingeniero, el hecho de que era más importante una persona obediente a una persona con talento tuvo mucho que ver con el deterioro de la industria. El régimen aplicó su política de dominio, de la gorra militar, no valía experiencia alguna si no obedecían órdenes superiores. Aunado a esto, las políticas de tarifas reducidas y subsidio excesivo por parte del Estado evitando la autonomía de las empresas, generaron que fuese imposible mantener la industria, por un sencillo concepto de reinversión y mantenimiento. Entre 2004 y 2014 el precio del petróleo consiguió picos máximos, los fondos fiscales se multiplicaron y se llegó a invertir más de 10 mil millones de dólares en el servicio de agua. Entonces, ¿Es posible invertir esa cantidad y conseguir un retraso en la industria? Sí, el régimen de Nicolás Maduro heredado de Hugo Chávez son la muestra perfecta para demostrar que el dinero no fue el problema para la crisis que hoy vive Venezuela. Hoy en día se produce entre 40%-60% menos  agua que en el año 1999, se destruyó la institucionalidad del agua que era sustentable en sus capacidades técnicas y la migración masiva ha generado pérdida en capital humano. Venezuela por ser rica en distintos minerales y recursos naturales era autosuficiente de gas cloro, necesario para limpiar el agua, también el olfato de aluminio que se utiliza para aclarar el agua. Hoy en día ambos recursos se tienen que importar porque la industria se detuvo al 100% producto de las políticas explicadas con anterioridad. De Vianna concluye con un panorama esperanzador para el día de la recuperación de la industria del agua. Explicó que se deberá hacer una toma de control diagnóstico que podría durar hasta 90 días y una rehabilitación física que podría tomar alrededor de 365 días.

María Julia Bocco explicó la gravedad de que los venezolanos no tengan acceso a agua de forma natural, esto lleva a que las personas busquen formas no habituales para recolectar el líquido, aumentando así el riesgo de enfermedades. Según cifras del BID en el 2018, gran parte de la población solo recibía agua 2 veces a la semana, 70% de los hospitales no cuentan con servicio de agua constante. Aunque no existan cifras oficiales para saber la calidad del agua, los ciudadanos reportan de forma constante que el agua tiene olores y colores que no son normales a su naturaleza, por esta razón, recurren a comprar agua embotellada que es más costosa. La falta de agua es la causa número uno de las enfermedades en el mundo, por ejemplo, la diarrea se puede disminuir hasta en un 60% si se tiene acceso a agua potable. En el caso de la diarrea puede traer en los niños efectos secundarios y a largo plazo, ya que estos pueden sufrir de anemia generando un problema en sus capacidades cognitivas. 

El líder en salud pública y profesor de la Universidad Central de Venezuela Dr. Julio Castro narró como Venezuela tenía influencia de tener el virus del hepatitis, por las condiciones precarias del agua, pero una vez mejorado el sistema el número de personas afectadas por hepatitis disminuyó de forma considerable. La escasez de agua también está relacionada a la desnutrición, pues no hay agua para cocinar, es decir no solo es la falta de la proteína sino también del líquido la que afecta y aumenta los niveles de desnutrición en el país. El doctor explicó que los grandes hospitales del país fueron construidos hace 60 años y que la infraestructura si bien no está en condiciones óptimas sí están estables. Sin embargo, al entrar a los hospitales no hay ni agua, ni luz, ni medicinas y mucho menos pacientes. También habló sobre la dificultad que tienen los servidores de la salud para lavarse las manos y los efectos colaterales que esto puede traer; las infecciones y contaminación por no poder lavarse las manos son alarmantes. Dio el ejemplo de una persona que pueda ser operada por un problema en la cadera y termine con una infección que lo afecte por más de cuatro años. No hay duda que el PIB que ha manejado Venezuela es superior al de Haití, con pena el doctor Castro indicó que hoy Haití cuenta con mejor servicio de agua que Venezuela. 

La conferencia estuvo llena de datos y cifras que explican cómo un gobierno que no sólo es corrupto sino también negligente, puede colapsar un país que tuvo el mayor ingreso de divisas en su historia. Es la tormenta perfecta, las crisis generadas y controladas por el régimen aceleran y agudizan el sufrimiento de los venezolanos. Hay que destacar que nada de esto tiene origen con las sanciones impuestas por los Estados Unidos y más países, no, las políticas erradas que comenzaron con el presidente Chávez son la principal causa de este desastre.