Venezuela: los alcances, matices y carencias de los primeros acuerdos del diálogo

[Actualización al 30 de noviembre. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) advirtió en un comunicado, dirigido a los mediadores de El Vaticano y Unasur que revisa su permanencia en el diálogo con el gobierno mientras éste no cumpla con los compromisos adquiridos.” Hasta que eso ocurra la Unidad Democrática revisará su presencia en la Mesa de Diálogo Nacional en términos que anunciaremos públicamente el próximo 6 de diciembre [día estipulado para la próxima reunión]. Sólo cuando el gobierno de muestras claras de cumplimiento de los compromisos arriba enunciados reanudaremos plenamente nuestra participación en la Mesa de Diálogo, y lo haremos ratificando nuestra agenda que promueva acordar mecanismos CONSTITUCIONALES, ELECTORALES, DEMOCRÁTICOS y PACÍFICOS para superar la profunda crisis Política, Institucional, Social y Económica que atraviesa VENEZUELA”.  (…) En Venezuela vivimos momentos terribles.  En las últimas horas nuestro pueblo se vuelve más pobre minuto a minuto por los efectos de la destrucción de nuestro signo monetario y de toda la economía nacional, consecuencia de un modelo generador de miseria y de la actuación de un régimen ineficiente y corrupto. Mientras eso ocurre, el proceso de búsqueda de soluciones a través del diálogo se encuentra detenido por el incumplimiento del gobierno de los acuerdos logrados en las reuniones plenarias de la Mesa de Diálogo Nacional realizadas los días 30 de octubre, 11 y 12 de noviembre.  En nuestro país no habrá solución al problema del hambre creciente, ni a ningún otro problema, hasta tener una solución electoral que permita al país dotarse democráticamente de un nuevo gobierno, y el cumplimiento de esos acuerdos son pasos fundamentales para lograr tal solución electoral” El comunicado completo puede leerse aquí]

 

[Actualización al 24 de noviembre: En medio de declaraciones contradictorias, ayer se informó que las mesas de diálogo que quedaron constituidas en la primera reunión quedaron suspendidas. El dirigente del partido opositor Primero Justicia, Henrique Capriles Radonski lo informó en su cuenta de Twitter. El diputado  del mismo partido, Juan Miguel Matheus, agregó: “Dicen que se paran por la denuncia de los narcosobrinos, utilizan esto como excusa y guardan silencio cómplice y se paran del diálogo. La Asamblea Nacional existe para investigar y controlar y en cualquier país del mundo los ciudadanos tienen derecho a saber la verdad si alguno de sus ciudadanos usa recursos del Estado para traficar drogas”. La Asamblea Nacional, de mayoría opositora, convocó un debate para investigar el caso de los sobrinos de la primera dama de Venezuela, Cilia Flores; el jurado de una corte de Estados Unidos los declaró culpables de delitos de narcotráfico (la sentencia completa se conocerá en marzo). De acuerdo con Efecto Cocuyo, fueron los mediadores quienes notificaron a los representantes de la oposición que el Gobierno se levantaba de la mesa. Pero otra versión indica, dice la publicación, que el diálogo se suspende por “la negativa de la directiva del Parlamento de formalizar la desincorporación de los diputados de Amazonas”, sobre quienes se había acordado nuevas elecciones entre las partes. “A pesar de que en la sesión del 15 de noviembre el presidente de la Asamblea, Henry Ramos Allup, se dio por enterado públicamente de una solicitud que hicieron los propios parlamentarios indígenas de desincorporarse de la cámara”, dice la nota. Esto significaría que no habría nueva reunión el 6 de diciembre como estaba previsto. Horas después de que se informara de la suspensión del diálogo, uno de los mediadores, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunió con el presidente Nicolás Maduro, la canciller Delcy Rodríguez y su hermano Jorge Rodríguez, quienes representan al gobierno en las mesas de diálogo. No se ha sabido del contenido de la reunión. “No se maneja la fecha en la que se retomarían los encuentros. Una fuente de PJ aseveró que dentro del Gobierno ‘hay un hervidero’ sobre si abandonar o no el diálogo. Sin embargo, del lado de la oposición también se evalúan los términos de participación, según declaro en horas de la mañana el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba. ‘Esa no es una mesa (de diálogo) para declamar acuerdos, es para concretarlos y cumplirlos’, escribe Ibis León en Efecto Cocuyo. El domingo, en su programa dominical, Maduro aseguró que las negociaciones no se suspenderían.]

 

Los pasados 11 y 12 de noviembre se realizó la segunda reunión en Venezuela entre representantes del Gobierno y la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) con la mediación del enviado del Vaticano, monseñor Claudio María Celli.

El periodista enviado de BBC Mundo resume así lo acordado:

“1. En lo económico, las partes acordaron trabajar en medidas para resolver en el corto plazo el desabastecimiento de medicinas y medicamentos.  Se acordó ‘promover el diseño y aplicación de políticas de cooperación entre los sectores público y privado para monitorear, fiscalizar y controlar los mecanismos de adquisición y distribución de insumos y mercancías’.

2. En lo político, las partes acordaron resolver el bloqueo institucional que ha sufrido la Asamblea Nacional, que es controlada por la oposición desde enero y no ha podido aplicar ni una sola ley relevante de las que ha aprobado debido a la desaprobación del Tribunal Supremo de Justicia, que según la oposición es controlado por el Ejecutivo.

‘Se acordó instar a los poderes públicos competentes a actuar en la resolución de la situación del caso Amazonas en términos perentorios’, se lee en la resolución, en referencia al origen del llamado “desacato” en el que entró la Asamblea al haber juramentado a diputados indígenas cuyas elecciones fueron declaradas suspendidas.

En ese sentido, las partes acordaron trabajar para que se realicen los nombramientos de dos de los cinco rectores del CNE, que culminan su mandato en diciembre 2016.

Una renovación con rectores independientes del poder electoral, que se considera cooptado por el gobierno, puede desbloquear la crisis institucional y permitir la celebración de elecciones, que este año fueron suspendidas en lo que la oposición llama una “violación de la constitución” por parte del CNE.

3. Sobre soberanía, las partes manifestaron unanimidad en su defensa por el reclamo de la zona de la Guayana Esequiba, una zona en el este del país que Venezuela le reclama a Guyana desde hacer un siglo y medio.

4. Gobierno y oposición adoptaron una Declaración Conjunta para ‘convivir en paz’. Y aunque no se dieron muchos detalles sobre la misma, los voceros aseguraron que esperan resolver medidas para abordar la inseguridad que hace de Venezuela uno de los países más peligrosos de la región.

5. Por último, acordaron incorporar a la mesa de diálogo a gobernadores, representantes de diferentes segmentos sociales y establecer una comisión de seguimiento para dar continuidad al proceso”.

Efecto Cocuyo detalla cómo es el cronograma de acciones de lo acordado hasta la próxima reunión el 6 de diciembre: hasta el 19 de noviembre el gobierno el Tribunal Supremo debería suspender el desacato de la Asamblea Nacional; entre el 20 de noviembre y el 3 de diciembre deberán convocarse las elecciones de los diputados en Amazonas; el 4 de diciembre se nombrarían los dos nuevos rectores del CNE.

[Actualización al 17 de noviembre: El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó una declaración conjunta, el 16 de noviembre, en la que apoya el diálogo entre Gobierno y MUD. De la sesión extraordinaria salió la declaración que presentaron Argentina, Brasil, Canadá, Honduras, Estados Unidos, México, Costa Rica y Perú y que aprobaron con las abstenciones Nicaragua, Ecuador, República Dominicana, El Salvador, Haití, San Vicente y las Granadinas, y Bahamas, y las ausencias de Bolivia y Venezuela, difundió la agencia EFE.

La declaración, publicada en la web de la OEA, alienta al Gobierno y a la MUD “a alcanzar resultados concretos en un plazo razonable para poner fin a la difícil situación que atraviesa Venezuela y subrayar la necesidad de que las autoridades constitucionales y todos los actores políticos y sociales actúen con prudencia y eviten cualquier acto de violencia o amenazas al proceso en marcha”; apoya la mediación del Vaticano y de los expresidentes mediadores Zapatero, Fernández y Torrijos; y confirma la disposición de la OEA “a colaborar con estos esfuerzos”.

Más tarde, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, expresaba, en un comunicado de prensa, que la negociación y el diálogo “constituye la principal herramienta para alcanzar soluciones a los problemas de la región”. “En dicho marco, y tal como he expresado reiteradamente, esperamos que la mediación del Vaticano en Venezuela restituya la separación de poderes, los derechos electorales del pueblo y el respeto a la Constitución. Reitero que resulta imperativa la pronta liberación de todos los presos políticos, la agilización de los procesos electorales anteponiendo el derecho de la gente al voto y la implementación del canal humanitario”.]

[Actualización al 18 de noviembre. Rosmit Mantilla, activista de Voluntad Popular y  diputado electo por ese partido el pasado diciembre, se convirtió en el sexto preso político liberado desde que comenzaron las negociaciones entre la oposición y el gobierno, el 3o de octubre. Estuvo preso 930 días años. Se juramentará en los próximos días.]

En el documento final que informaba de los acuerdos alcanzados en la segunda reunión se leyeron términos comúnmente usados en el lenguaje oficialista, como “boicot económico” para referirse a la grave escasez de alimentos y medicinas  o “personas detenidas” en vez de presos políticos para referirse a los presos por razones políticas durante estos años. Esto despertó un bombardeo de fuertes críticas de analistas y dividió la opinión de votantes opositores. Otros se quejaron de que no se precisara una fecha concreta para unas elecciones (generales), aparte de las de los diputados de Amazonas, adelantadas antes del vencimiento del periodo, opción que se ha manejado desde el inicio de las conversaciones.

Pasados unos días, acaso reposado el contenido de este acuerdo y de cara a la siguiente reunión entre las partes, varias lecturas se han hecho de estos resultados.

Jesús Chuo Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, escribió al día siguiente: “Para quienes saben que desalojar del poder a una régimen inconstitucional y violento por vía pacífica y legal es una tarea muy dura, el haber logrado acuerdos que permitan la libertad de un número creciente de presos políticos, resolver la situación de los diputados de Amazonas, sacar a la Asamblea Nacional del falso “desacato” establecido por el TSJ y construir un acuerdo para definir en forma consensuada una nueva correlación de fuerzas en el Consejo Nacional Electoral, pueden ser considerados pasos iniciales de cierta importancia. En cambio, para quienes crean que una dictadura puede ser desalojada del poder con un evento traumático o un esfuerzo de corto plazo, cualquier avance real puede parecer ‘insuficiente’ si no tiene efectos ‘inmediatos’ (…)”.

El 14 de noviembre dijo en un programa de Globovisión que retomarán la agenda de protestas callejeras. “Lo que se haga en el diálogo se puede reforzar con la calle, y lo que se haga en la calle se puede reforzar con el diálogo”, reseña su comentario un despacho de AFP reproducido por El Tiempo, en el tono de lo que decía el comunicado firmado la víspera por Torrealba.

Horas más tarde, la Sala Constitucional emitió una orden a la Asamblea Nacional de “abstenerse de continuar el inconstitucional, nulo e inexistente juicio político en contra del Presidente (Nicolás Maduro)” y “evitar dictar cualquier tipo de acto, sea en forma de acuerdo o de cualquier otro tipo, que se encuentre al margen de sus competencias y, en fin, fuera de lo previsto en la Constitución”. Y  la misma Sala Constitucional emitió otra sentencia que declara que el derecho de manifestación “no es un derecho absoluto, entendiendo por tal, aquella clase de derecho que no admite restricción de ningún tipo”.

También dijo que la Asamblea Nacional reanudará el debate del juicio político al presidente Nicolás Maduro. “Se va a reactivar en los términos que establece la Constitución”, cita AFP. Y, aunque no lo dijeran en el comunicado oficial, Torrealba lamentó con los que lo habían criticado que todavía no se hubiera fijado una fecha para las elecciones anticipadas”.

“Quienes se sientan frente a una mesa de diálogo esperando ver una pelea de boxeo siempre terminarán decepcionados. Y es muy probable que experimenten rabia, impotencia, indignación. Estaban deseando ver una oreja sobre el ring y, de pronto, aparece un juez algo endeble, demasiado neutro, que casi parece el árbitro de un concurso de alcachofas, leyendo un veredicto que por desgracia también suena endeble, casi neutro, como si hablara de alcachofas y no de la tragedia de un país”, introduce Alberto Barrera Tyszka el texto de su blog de Prodavinci.

“Una mesa de diálogo nunca produce victorias instantáneas. Una mesa de diálogo no es un campo de guerra. Por el contrario, existe justamente porque no se quiere llegar al campo de guerra o porque el campo de guerra ya ha fracasado. Hablar de una mesa de diálogo en términos militares es un poco absurdo. No hay reportes de bajas, no hay sangre. La ceremonia del diálogo es más flexible y más ambigua que la ceremonia de las balas. Esa es su naturaleza. Creer que quienes negocian no cometen errores sino traiciones forma parte también de un moralismo fácil. Paradójicamente, así también se maneja el chavismo: la política como un afecto. El triunfo de la vehemencia sobre el discernimiento”, agrega.

Sin embargo, Barrera Tyzka estima que “la Venezuela más urgente” no está en el comunicado leído al final de la reunión. “Detrás de la diatriba discursiva de la ayuda humanitaria o el sabotaje económico, no está la tragedia de la gente. No está toda la dimensión de la escasez, de la inflación, del hambre, de la crisis de la salud, de la violencia…Una de las consecuencias de la mesa de diálogo es la idea general de que, en realidad, el país no está ahí. No tiene demasiado que ver con esas conversaciones. La idea de que quienes conversan son dos élites en pugna, enfrascadas en una vieja confrontación. Pero que están hablando de otra cosa. Que se pelean en un idioma extranjero. Que cada vez tienen menos que ver con aquello que nos pasa día a día”.

Luis Vicente León está en la misma línea: “Hablar de boicot y agresión contra la economía es una manera light de llamar guerra económica a los resultados de un modelo económico malo y primitivo. Algo que encuentro desatinado, por decir lo menos. Así como llamar personas detenidas a los presos políticos es una puñalada contra ellos, contra sus familias y contra un país y un planeta entero que sabe perfectamente lo que pasa aquí. (…) Si a todo lo anterior le añadimos la falsa expectativa que se creó vociferando acciones heroicas que tomarían si no se lograba aquello que sabías que no se lograría, sólo puede obtenerse este manto de ruido infinito que ahora opaca las señales positivas. Y aunque la oposición obtuvo lo que podía en función de su poder de negociación actual, la redacción del acuerdo de paz fue demoledora con la imagen de la MUD”.

Barrera es crítico, además, con el “manejo político de la crisis” del liderazgo opositor y ve en él “grandes errores”.  “Pero no por eso creo que haya que sumarse al pensamiento mágico de aquellos que denuncian que ese liderazgo se ha rendido, ha claudicado, es desleal, entreguista, y pacta en secreto con el enemigo. Pero tampoco la tontería de aquellos que se sienten radicales salva a la dirigencia opositora de sus propias equivocaciones. La sensación general de que la mesa de diálogo es un retroceso que solo le da ventajas al Gobierno no es un simple problema de comunicación. Ciertamente, al menos eso creo, tiene mucho que ver con el lenguaje, con la ausencia de un pensamiento y de un lenguaje político articulado en la dirigencia opositora. Con la superficialidad con la que se asume el problema de la comunicación y del lenguaje en la MUD. Pero no es solo eso. También tiene que ver con el desorden de las agendas personales, impuestas cada una como prioridades en el escenario de la crisis. Tiene que ver con la falta de conexión con las angustias reales de los ciudadanos, con sus vivencias y con sus códigos y sus maneras de expresar el descontento y el anhelo de cambio”.

“Esta lucha será larga y difícil. Y no tiene sentido autoflagelarse. Al revés: lo interesante sería valorar cada paso logrado, aunque no sea el último. En vez de iniciar una cayapa inútil y suicida contra los negociadores (quienes equivocados o no han hecho su mejor esfuerzo para conseguir algo concreto mientras otros hablan de opciones abstractas e inalcanzables), sería más útil entender las nuevas oportunidades abiertas en esta negociación y ayudar a la MUD en el enorme reto que viene ahora: ejecutar esos acuerdos que para nada están garantizados y por los cuales habrá que seguir luchando y presionando. Quizás en esa nueva etapa los mediadores podrían terminar entendiendo lo que la mayoría de los venezolanos entendemos desde hace rato sobre la seriedad y los valores democráticos de quien promete hacer lo que la ley obligaba a hacer desde el principio. Pero ahora, justo en este punto, mientras más dividida esté la oposición y más agresivas sean las pugnas internas, más larga y difícil será la lucha”, añade Luis Vicente León.

“Si las negociaciones actuales llegaran a fracasar, el riesgo que tiene planteado la sociedad venezolana no consiste, precisamente, en que “los actores de ambos bandos terminen matándose” [parafraseo de los mediadores de Unasur]. Análisis éste, confeccionado de memoria, que suele partir de una premisa subrepticia, un clásico en las conclusiones de las encuestas en estos años, según el cual el país está surcado por dos corrientes políticas del mismo tamaño”, escribe, por su parte, Alonso Moleiro en un artículo de Tal Cual.

“(…)El Vaticano, Zapatero, Torrijos y Fernández, deberían atenerse el detalle fundamental de esta crisis, que, como rasgo, atiende también a su contenido histórico, iniciado en 1999: durante estos años, el chavismo ha impuesto una regla de estado para vaciar el efecto político de las victorias electorales de la MUD. No ahora: desde hace mucho. Los venezolanos tenemos un Poder Legislativo que no es tal, porque hoy el chavismo lo tiene impedido de legislar, así como, en enero de 2008, hordas chavistas terminaron asaltando la sede de la Alcaldía Metropolitana, en la Plaza Bolívar, con el objeto de impedir al candidato electo, Antonio Ledezma, asumir funciones luego de resultar triunfador en los comicios de aquel entonces. Sin Poder Legislativo, con más de 100 dirigentes políticos presos, incluyendo al propio alcalde Ledezma, el riesgo no parece consistir, precisamente, Papa Francisco, Monseñor Celli, señores Fernández, Torrijos y Zapatero, en que ahora todos sacaremos nuestras pistolas. El único riesgo que estamos corriendo los venezolanos es que, frente a sus narices, y a expensas de su oficios, los chavistas, llamándonos a dialogar, terminen de imponer su dictadura sobre Venezuela”.

El sacerdote jesuita Luis Ugalde, ex rector de la Universidad Católica Andrés Bello, habló en una entrevista con Hugo Prieto sobre el rol de la Iglesia en la mediación. “No hay credibilidad cuando el gobierno nombra a tres mediadores por su cuenta, tres mediadores de su simpatía. Entonces, estamos atrapados, por un lado, en la necesidad absoluta, diría yo, de negociar la salida y la reconstrucción del país y, por otro lado, tenemos a un cúpula que dice yo puedo jugar al diálogo, pero no puedo negociar mi salida. Pero usted ha secuestrado la separación de poderes, ha secuestrado a la Fuerza Armada en contra de la Constitución, ha secuestrado el referéndum revocatorio, ha secuestrado la elección a gobernadores que debió realizarse este año. Y, por supuesto, ha secuestrado el mínimo bienestar de la población. No se trata de una discusión filosófica o jurídica, sino de algo más concreto: Abra la Constitución y compárela con la realidad. Pero como no pueden dialogar y discutir, han pedido la mediación del Vaticano. ¿Y eso por qué? Porque al menos una de las partes no se fía de Samper o de Rodríguez Zapatero y con toda razón. La Iglesia lo que hace es facilitar, ayudar a que se sienten… ustedes hablan, por eso es tan desacertado creer que todo depende de la Iglesia. Sí se da el diálogo, el éxito es de la Iglesia. No, no. El éxito es de quienes dialogaron. Y si no se da el diálogo, la culpa es de la Iglesia. Esa es una de las cosas peligrosas a las que está jugando cierta oposición, quizás movidos por la emotividad, pero no es la Iglesia la que dialoga”.

“Yo no estaba esperando otra cosa –añadió sobre los términos del comunicado leído al final de las reuniones–. Más no se podía hacer el primer día. Es muy importante lo de la Asamblea Nacional y lo del CNE. Habrá que ver cómo se rematan esos acuerdos, porque en el camino se pueden hacer una y mil trampas. Tiene que seguir la presión en la calle, en la mesa, en los foros internacionales, porque faltan otros temas a los cuales la oposición no puede renunciar. Es una señal, pero no se puede hablar de un cambio todavía. (…) El diálogo no es <a lo mejor sí… a lo mejor no>. Diálogo y negociación es para lograr estos objetivos. El punto clave para la oposición no es si se sienta o no alrededor de la mesa, sino qué es lo que defiende ahí. Si usted defiende los derechos de los presos, si defiende el abastecimiento de alimentos y medicinas y si defiende que no hay reactivación económica para salir de este terrible hueco en el que nos encontramos, a menos de que se produzca un cambio de modelo, ni Alemania, ni Francia, ni Estados Unidos, ni Brasil, van a colaborar. Ni China le va a colaborar”.

Barrera Tyszca concluye: “No esperamos una oreja sobre el rin. Pero tampoco una palabra edulcorada. Una frase dicha sin pensar y con apuro. Una negociación de aficionados. Un juego donde cada quien está tratando de ganar su propio partido. Hace casi un año, por fin, la oposición logró realmente convertirse en una propuesta de futuro. En una ilusión colectiva. Puede dejar de serlo. La esperanza no se improvisa”.