Venezuela, un riesgo “asimétricamente positivo”

Analistas de Barclays sugieren que, a pesar de la alta incertidumbre y las tácticas del gobierno para mantener el poder, existe una oportunidad inédita para la redemocratización del país

Cuando falta poco más de un mes para las elecciones presidenciales de Venezuela, la comunidad mundial –y especialmente la latina– incrementa su atención ante la incertidumbre del desenlace.

El régimen chavista-madurista ha hecho literalmente cualquier cosa para aferrarse al poder al que llegó por elecciones en diciembre de 1998, descarrilándose rápidamente y sin vuelta atrás hacia uno de los autoritarismos más radicales y prolongados de América Latina.

Durante un cuarto de siglo, la marea democrática que intenta recuperar el rumbo de la nación ha sido arrinconada sistemáticamente con todos los niveles de violencia imaginables.

Las incontables violaciones de derechos humanos han sido ampliamente documentadas en organismos internacionales.

Nada ha logrado torcer el brazo al ya añejo proyecto totalitario… Al menos, hasta hoy.

Y es que el 28 de julio es la fecha fijada para la ineludible elección presidencial, uno de los escasos parámetros constitucionales que aún se respetan. La fecha fue fijada de manera adelantada y arbitraria por el mismo poder. 

¿Podrá ser distinto por fin esta vez? ¿Qué está sucediendo hoy que se pueda calificar como diferente, tras los numerosos intentos de los venezolanos por recuperar su democracia?

Si nos ponemos a buscar señales, un inusual campanazo sonó en una nota a sus clientes del banco multinacional británico Barclays, citada por la periodista Patricia Laya en Bloomberg Law News.

En ella, los analistas Alejandro Arreaza y Jason Keene afirman que la incertidumbre es elevada en Venezuela antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio, pero “el balance de riesgos parece ser asimétricamente positivo”.

Nadie puede ignorar lo que ya el mundo entero sabe: “Las encuestas muestran que el candidato opositor Edmundo González lidera la carrera sobre el presidente Maduro por una diferencia que podría ser de 20-30 pp”.

A esta novedad la complementa el hecho de que la líder de la oposición, María Corina Machado, a pesar de que se le ha prohibido presentarse a las elecciones, ha sido capaz de transferir la mayor parte de su apoyo a González y continúa haciendo campaña por todo el país motivando al electorado.

Arreaza y Keene complementan: “Existe una importante posibilidad de que se produzca una transición política”. Razonan que el gobierno de Maduro “podría estar cometiendo un error de cálculo o enfrentarse a restricciones internas que podrían acabar forzándole a negociar una transición”.

En buen venezolano

Respecto a la nota, que ha llamado la atención de los observadores más agudos en los últimos días, la analista Carmen Beatriz Fernández (@carmenbeat) afirmó en la red social X:

“El error de cálculo está en la cultura democrática. Cuando la dictadura cree tener todas las puertas bien cerradas, la democracia se mete por la rendija de una ventana…”

La periodista Luz Mely Reyes (@LuzMelyReyes), de @EfectoCocuyo, también reseña el pronunciamiento de Barclays, presentándolo así: “#Venezuelavota la firma Barclays también entra en el team #manotengofe. Los vientos de cambio están soplando pero con fuertes corrientes en contra”. Y remata con “Mi comentario: superado el negacionismo, me parece que se entra en el escenario ‘if’”.

Leonardo Vivas (@LeovivasP), profesor de Política Internacional en Emerson College de Boston, llega a una conclusión similar a la de Barclays, aunque por otros caminos. Afirma que “En los últimos 25 años, la posibilidad de una redemocratización en Venezuela nunca ha estado tan cerca como ahora”.

En su artículo “¿Puede Venezuela transitar súbitamente hacia la democracia? Su pueblo espera que sí”, publicado en Fair Observer, lo sintetiza: “Venezuela ha pasado de la democracia a la dictadura en los últimos 25 años. El pueblo, reunido en torno a María Corina Machado y la oposición, puede votar por el cambio en las elecciones presidenciales del 28 de julio. Sin embargo, el gobierno corrupto de Nicolás Maduro podría debilitar a su oponente con tácticas furtivas. ¿Puede Venezuela realmente transitar hacia la democracia?”

Al igual que Arreaza y Keene, que Fernández y Reyes, Vivas se inclina a ver una solución.

Venezuela según Barclays

El gigante financiero inglés advierte que la incertidumbre es elevada de cara a las elecciones presidenciales previstas para el 28 de julio, “dado que se trata de un proceso que se desarrolla en condiciones que no dan lugar a unas elecciones libres y justas normales”.

Sin embargo, basa su percepción positiva en los siguientes razonamientos:

• “(…) hasta ahora la estrategia del gobierno basada en dividir y desmovilizar a la oposición no ha tenido éxito, convirtiendo la candidatura opositora de Edmundo González en un verdadero desafío para la permanencia de Maduro en el poder”.

• “Todavía existe la preocupación de que el gobierno pueda inhabilitar a González, pero en su lugar parece haber tomado el camino de la imposición de obstáculos a través de la ingeniería electoral y el control institucional para reducir la brecha y potencialmente darle la vuelta, lo que vemos como el escenario más arriesgado para el gobierno, ya que podría haber más partes móviles de las que puede controlar”.

• “Aunque el chavismo ha sido capaz de mantenerse en el poder durante más tiempo de lo que la mayoría esperaba, permanece en un frágil equilibrio, con intereses contrapuestos y fricciones internas”.

• “Las acciones radicales se enfrentarían a una mezcla de presiones internas e internacionales que podrían poner en entredicho su cohesión”.

Pero adicionalmente lanza alertas sobre ciertos asuntos específicos:

• “Las garantías para los miembros del régimen son una asignatura pendiente clave para facilitar una posible transición”.

• “La reciente evolución de las cotizaciones aún no ha reflejado una dinámica política alentadora, lo que sugiere que el mercado sigue mostrándose escéptico ante las perspectivas de una transición política y/o que la sobrecarga técnica derivada de la inclusión en el índice ha contrarrestado la mejora de los fundamentales (Estrategia Soberana Venezuela/PDVSA: The index inclusion trade may be just a mirage, 23 de febrero de 2024)”.

El dinero habla

Los números, aunque tímidamente, también acusan recibo de la creciente situación inédita en Venezuela.

La ya mencionada nota informa que “los bonos de PDVSA (excluyendo los PDVSA 20s) han subido un c.5%, llevando el descuento de PDVSA a sus niveles más ajustados desde octubre de 2023. Asumiendo un caso alcista de $35 en la curva VENZ y un caso bajista de $12, el mercado está valorando actualmente una probabilidad de transición política de alrededor del 20%”.

Otra visión

Leonardo Vivas enumera, en su muy completa revisión de la situación para el artículo de Fair Observer, las que para él han sido las razones que han torpedeado la redemocratización del país por más de un cuarto de siglo: “timing”, petróleo, cohesión interna del grupo en el poder y la incomprensión de las fuerzas opositoras sobre la necesidad de negociar y llegar a un mínimo entendimiento con la realidad de las fuerzas chavistas.

Pero de inmediato pasa lista también a las circunstancias que cambiaron: el colapso económico del país, la hiperinflación que impide acceder a alimentos y medicinas, desembocando en una migración masiva; así como la evolución hacia un régimen abiertamente dictatorial.

Por eso afirma que “El chavismo como movimiento político empezó a encogerse, y su apoyo popular se encuentra actualmente en su punto más bajo”.

Vivas también nos recuerda que el surgimiento del fenómeno María Corina Machado-Edmundo González Urrutia tiene como telón de fondo los Acuerdos de Barbados, que han dejado abierto un canal de conversación.

Y para cerrar, citamos una de sus reflexiones más adecuadas para retratar el momento actual venezolano: “Las transiciones de regímenes autoritarios a democráticos son un asunto delicado. Suelen seguir guiones muy originales. En Venezuela, las posibilidades de una apertura democrática apenas empiezan a dar sus frutos”.