El pasado 11 de julio el candidato presidencial 2020 Joe Biden publicó las posibles medidas que tomaría como jefe del gobierno nacional, afincó que las políticas impuestas por el actual presidente Donald Trump son una amenaza, no solamente para la comunidad internacional, sino también para la imagen de EEUU dentro de la misma, imagen que ha sido el motor del desarrollo estadounidense desde que eliminaron el aislamiento como política nacional y se convirtieron en misioneros de sus valores excepcionales tales como la democracia, la libertad de expresión y culto y la seguridad Internacional.
Biden alegó que las políticas proteccionistas impuestas por el Republicano van en contra de todo lo que la nación representa, tanto estadounidense como de ciudadano internacional. EEUU siempre ha sido una imagen de liderazgo para el mundo, “no solo con el ejemplo del poder, sino también con el poder del ejemplo”. La cuestión es, ¿cuál es el verdadero ejemplo que EEUU le está dando al mundo?
La actual imagen hegemónica de la nación se ha ido deteriorando, dejando de percibirse como una institución de respeto, seguridad, democracia e igualdad; más bien apunta a beneficiar los intereses de unos pocos; por este motivo ha perdido el sentido de unión mundial que todos los anteriores presidentes, sin importar sus posiciones dentro del bipartidismo, se han encargado de mantener.
Las políticas exteriores se ven reflejadas en las políticas nacionales de un país y viceversa. Trump se ha encargado de que esa imagen estadounidense de igualdad se vista de trajes de egoísmo y xenofobia, sin tomar en cuenta que el origen de la excepcional sociedad estadounidense está fundada en el cálido abrazo que le ha dado a las poblaciones inmigrantes a lo largo de la historia.
Desempeños como los del presidente en Helsinki y Osaka, son un claro ejemplo de cómo la máxima autoridad nacional burla los valores democráticos de la misma haciendo chistes acerca de la supuesta manipulación por parte de Rusia en el sistema electoral del país. “Don’t meddle with the election”—“No se metan en la elección”, dijo en tono hilarante Trump durante el cumbre del G20 en Osaka este pasado mes de junio. Es importante también recalcar el mal desempeño que ha tenido el presidente dentro de la desnuclearización de la península Coreana, asociándose con figuras violadoras de los derecho humanos como Kim Jong-un.
“Don’t meddle with the election,” US President Trump told Russian President Putin, with a smirk and a finger point.
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— DW News (@dwnews) June 28, 2019
Estas posturas han hecho que el Tío Sam pase de ser visto como un guardián de libertad humana, a un déspota interesado; visión que, sin lugar a dudas, EEUU no debe permitir. Mientras tanto, China ha pasado de ser la nueva amenaza comunista del mundo, a tener una imagen diplomática más respetada —según una encuesta reciente— que la de los Estado Unidos, disminuyendo sus emisiones de CO2 y convirtiéndose en activo participante dentro del libre mercado.
El ex vicepresidente y actual candidato a la presidencia afirmó rotundos cambios que llevaría a cabo conforme a las políticas de relaciones exteriores principalmente buscaría atacar problemas de suma importancia y necesidad que están siendo ignorados por el actual gabinete, tales como:
- La extensión del acuerdo sobre seguridad nacional START I (Strategic Arms Reduction Treaty, por sus siglas en inglés),
- La creación de una Cumbre Global para el desarrollo democrático,
- La re-incorporación al Acuerdo Climático de París,
- La mejoría en el desarrollo de tratado Transatlántico (OTAN), y
- La impulsión del producto interno bruto en un ambiente de cooperación Internacional.
Biden reconoció que, en la actualidad, las medidas económicas y políticas son creadas con el fin de mantener los intereses de un Status Quo y no los de la población general. Por ello, resalta que su presidencia se encargará en el reforzamiento del gran bien del país, la clase media.
Esta sociedad civil democrática tiene como misión restaurar y crear servicios que satisfagan las verdaderas necesidades de la población, dentro de las cuales destacan:
- Asegurar acceso a una atención médica de calidad y asequible para cada estadounidense.
- Alcanzar una economía de energía limpia con emisiones netas cero para 2050.
- Elevar los derechos de las mujeres y las niñas en el hogar y en el extranjero.
- Conceder el estatus de protección temporal (TPS) para Venezuela y Haití.
- Trabajar con los líderes centroamericanos para enfrentar la corrupción, la violencia y la pobreza endémica en sus países que están impulsando a las personas a abandonar sus hogares.
- Integrar a sus aliados en América Latina y África para aprovechar oportunidades dentro de una red más amplia de democracias.
Las intenciones del candidato reflejan las virtudes necesarias para ser presidente de una nación con un excepcionalismo como es el estadounidense. La inexistencia de éstas puede traer consigo graves consecuencias para el desarrollo de la sociedad estadounidense. Contrariamente, manteniendo relaciones con aliados y asociados de Estados Unidos sería posible abordar estas propuestas ambiciosas. Biden sabiendo esto recalca en su discurso el compromiso que tiene con el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas de los EEUU. “El cambio climático, la proliferación nuclear, la agresión de grandes poderes, el terrorismo transnacional, la guerra cibernética, las nuevas tecnologías disruptivas, la migración masiva; ninguno de ellos se puede resolver con la acción individual de los Estados Unidos o cualquier otra nación”.
As individuals, and as a nation, we have to prove to the world that the United States is prepared to lead—not just with the example of our power, but the power of our example.
I will take decisive steps to renew our core American values and return transparency to our government. pic.twitter.com/A13K4rrAtQ
— Joe Biden (@JoeBiden) July 13, 2019
Con ideas progresistas como la de celebrar una cumbre mundial por la democracia, Joe Biden busca restaurar el liderazgo democrático estadounidense que existía previo al gobierno de Donald Trump. En otras palabras, la administración de este candidato propone restablecer la confianza en las instituciones para así derribar el autoritarismo, enfrentar la corrupción y garantizar los derechos humanos.
“Tenemos que defender la libertad y la democracia. Tenemos que reclamar nuestra credibilidad. Tenemos que mirar con optimismo y determinación implacables hacia el futuro”. – Joe Biden