El pasado 28 de junio, el Senador Republicano, Marco Rubio, publicó un artículo titulado “Revirtiendo las políticas fallidas de Obama-Biden en Venezuela”, causante de polémicas y contradicciones, siendo sumamente relevantes los argumentos expuestos por el Demócrata ex subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental y responsable de la participación diplomática de los Estados Unidos en la implementación de políticas en América Central y el Caribe; Juan Sebastián González.
En dicho artículo, el Senador se enfoca básicamente en la distinción que respecta a la situación venezolana y de algún modo, mientras que desacredita el trabajo realizado por la administración del presidente Barack Obama, exalta lo que hasta el momento ha sido realizado por la de Donald Trump.
En primer lugar, Rubio argumenta que, por alguna razón, el gobierno de Obama nunca intentó aislar a Maduro y apoyar plenamente a la oposición venezolana. Critica fuertemente la idea de diálogo propagada por el antiguo régimen de Barack Obama como solución al conflicto y situación que atraviesa Venezuela. No obstante, y como bien señala Juan González, parece que Donald Trump atraviesa un círculo vicioso en el que retoma lo anteriormente criticado; el diálogo. Recordemos la declaración de Rubio en la que establece que las negociaciones creíbles son la manera para resolver la crisis venezolana.
Por otro lado, el subsecretario demócrata fue muy claro al establecer que, de verdaderamente importarle a Donald Trump la situación de Venezuela, habría entonces aprobado la medida de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés). González agregó que dicha contribución e implicación, ¨se la debemos a las personas de Venezuela para que no conviertan su sufrimiento en un tema de campaña¨, y que por ese motivo, se debe debatir objetivamente sobre las mejores opciones de política.
González recuerda entonces toda la labor llevada acabo por la antigua administración de Barack Obama, quien, en junio del 2014, junto con el vicepresidente Joe Biden, reunió en la Casa Blanca a varios miembros del congreso con el fin de discutir y aconsejar antes de viajar a países latinoamericanos tales como, Brasil, Colombia, República Dominicana y Guatemala. Con la participación de grandes figuras como Tim Kaine, Jeff Flake, el Senador Menéndez, entre otros; se logró discutir y solventar la situación de varios países dentro de los cuales estuvo Venezuela. Adicionalmente, se brindó apoyo a la ley de defensa de los derechos humanos y la sociedad civil de Venezuela. De igual manera, la nueva orden ejecutiva abrió las puertas para poder así aplicar más de 70 sanciones que combaten con la corrupción y apuestan por el fortalecimiento de los derechos humanos.
El gobierno de Estados Unidos tiene en su poder el verdaderamente combatir para poner fin al sufrimiento de millones de venezolanos, o, contrariamente, convertir dicha tortura en un tema de campaña política. Por el momento, el presidente Trump ha retomado lo que en un principio tanto criticó; el diálogo como solución a la situación que atraviesa hoy en día Venezuela.
Now, after two years of rejecting the idea of dialogue and blasting the @BarackObama Admin for supporting it – the @realDonaldTrump Admin now finds itself going full circle, as if they had come up w the idea of dialogue. 10/
— Juan S. Gonzalez (@Cartajuanero) June 28, 2019