Esperado para los expertos, y aun sorpresivo para muchos de sus votantes, el apoyo oficial de Bernie Sanders a Hillary Clinton el martes en un mitin de New Hampshire marcó la agenda electoral de Estados Unidos esta semana.
“Ganó la nominación y la felicito por eso, (…) y tengo la intención de hacer todo lo que pueda para hacer realidad que sea la próxima presidenta de Estados Unidos (…) No he venido a hablar del pasado sino a enfocarme en el futuro”, dijo entre vítores y alguna pitada, con la sonrisa de Clinton como respuesta.
El propio Sanders escribió horas después un largo artículo en Medium.com en el que justifica su decisión, reproducido el 13 de julio en CNBC.com: “Hoy apoyo a Hillary Clinton para que sea la próxima presidenta. Sé que algunos de ustedes estarán decepcionados con esta decisión. Pero creo que, en este momento, nuestro país, nuestros valores, y nuestra visión común para una América transformada, están mejor protegidos con la derrota de Donald Trump y la elección de Hillary Clinton”.
¿Qué vendrá ahora?
Los Angeles Times entrevistó a delegados de Sanders y en su mayoría coincidieron en no haber decidido su voto de noviembre, a pesar del anuncio de su candidato.
“Es difícil de expresar con palabras”, dijo Alex White, de 29 años. “Es algo que se esperaba, pero no hasta la convención [demócrata] de Filadelfia [del próximo 25 de julio]. Siento que todavía hay mucho por lo que luchar”, concluyó. Algún otro dijo que votaría por el candidato del Partido Verde
“Un solo mitin, por supuesto, no traspasará a los votantes de Sanders hacia Clinton –algunos tardarán semanas, otros ni siquiera lo harán–. Pero las palabras de Sanders, que fueron notablemente mucho más entusiastas de lo que esperaron muchos demócratas, acelerarán con certeza un proceso de unificación del partido que, indican las encuestas, está bien encaminado”, analiza el periódico en un texto posterior.
Una unidad que estuvo comprometida durante más de un año. Sanders no dudó en recordar, como marco de su apoyo a Clinton, que su candidatura ganó en 23 mediciones y que demostró que “puedes liderar una campaña nacional de base sin mendigar la contribución de multimillonarios”.
Vox.com destaca el llamado de Sanders a Clinton a promover un seguro de salud pública y ser más receptiva con los llamados de atención de los científicos sobre el cambio climático. La publicación cita también al consejero de Sanders Warren Gunnels, quien dijo que “al menos 80 por ciento” de los cambios que él pedían terminaron siendo incluidos, lo cual “movió hacia la izquierda posiciones del partido sobre temas como el salario mínimo y la política ambiental”.
No obtuvo la enmienda total del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, por ejemplo, pero, recuerda la publicación, Sanders optó por ayudar a evitar que Trump gane las elecciones. Así lo escribió él mismo en su artículo de Medium.com: “No hay duda de que la elección de Donald Trump como presidente sería un golpe demoledor contra todo eso por lo que luchamos. Su campaña altamente intolerante y pro millonaria podría precipitar largas décadas de un giro a la derecha en las políticas estadounidenses como ocurrió después de la elección de Ronald Reagan en 1980. Ese giro a la derecha infectó no solo las políticas en su conjunto sino que condujo a la ascendencia del ala corporativa del Partido Demócrata— una era de la que nos estamos recuperando. No puedo dejar en mi consciencia que eso ocurra”, añadió.
Una última encuesta realizada por la agencia Reuters/Ipsos entre el 8 y el 12 de julio pasados mostró que Clinton superaría por 13 puntos a Trump, 46 por ciento contra 33, tres puntos más que la semana anterior. 21 por ciento de los encuestados no votaría por ninguno. En las recientes encuestas de Washington Post y ABC, Clinton vencía con 51 por ciento, frente a un 39 por ciento de Trump.
Analistas estiman que el apoyo de Sanders a Clinton podría ser decisivo para que los colegios electorales de los llamados swing states (estados oscilantes) –en los que las posibilidades de ganar de cualquiera de los dos candidatos son muy parejas– apoyen la opción demócrata. Entre esos estados están New Hampshire y Wisconsin, en los que Sanders ganó durante las primarias, además de otros como Florida, Colorado, Ohio, Iowa, Nevada, Pennsylvania, Virginia, Michigan, North Carolina.
Pero las predicciones aquí siguen en un terreno incierto. Una última encuesta realizada por la universidad Quinnipiac, citada por la revista The Atlantic, mostró que Trump le saca tres puntos porcentuales a Clinton en Florida –aunque mayoritariamente en el voto blanco, porque el rango en el voto de las minorías baja considerablemente–, y dos puntos en Pennsylvania. En Ohio, los dos candidatos empatan en preferencias.
“Clinton necesita convertir a muchos de estos liberales e independientes en estados como New Hampshire y Wisconsin, en los que ganó Sanders (…). Y Sanders, en sus declaraciones en el mitin, dio señales de qué le daría a ella la mejor esperanza de atraerlos: marcar agudos contrastes entre ella y Trump, el presunto nominado republicano, de manera que los admiradores de Sanders sientan que no tienen otra opción que apoyar a Clinton”.
Actualización al 25y 26 de julio de 2016: un grupo de simpatizantes y delegados pro-Sanders manifestaron en Filadelfia, en la antesala de la Convención Demócrata, este domingo, para expresar su descontento con la designación de Tim Kaine como llave de Hillary Clinton para la vicepresidencia, entre otras cosas, porque Kaine ha apoyado en el pasado el Acuerdo Transpacífico y ha permitido el funcionamiento de una planta de carbón en su estado de Virginia, lo cual tiene efectos en el cambio climático, publicó Univision Noticias. Pero en su discurso durante la Convención, Sanders dijo que su campaña y la de Clinton juntaron sus propuestas en el comité y produjeron así “la plataforma más progresista de la historia del Partido Demócrata”. Sanders pidió luego a sus delegados que aceptaran la nominación oficial de Clinton como candidata a la presidencia.