Nuevos modelos del negocio periodístico

Ya no hay vuelta atrás. La innovación no es un mero término esnobista sino una real necesidad para un nuevo periodismo comprometido con sus lectores

El procedimiento parece sencillo y hasta rutinario: usted propone un tema para un reportaje, habla sobre los alcances e implicaciones de la investigación, enumera las fuentes oficiales y oficiosas que se propone consultar, adelanta el contexto sobre el que desarrollará su idea, calcula el tiempo que le tomará hacer el trabajo de recopilación de datos y el de la escritura, y tal vez hasta avance algún bosquejo de título. Algo que por manual de procedimientos haría cualquier reportero ante su editor. La diferencia es que ahora añadirá el costo de toda la operación que ha descrito. Y esperará que uno o varios mecenas le “compren” su tema periodístico. Puede que el tiempo transcurra, no llegue a la meta en metálico y el proyecto se desvanezca; puede que sí y entonces tendrá un doble éxito: un ingreso seguro y una publicación blindada ante líneas editoriales o presiones de grupos de interés.

Tal vez ésta termine convirtiéndose en una de las formas de reinventar el periodismo en momentos en que el planeta se ha transformado en un inmenso laboratorio de experimentación de nuevos modelos de negocios que hagan sustentables y garanticen la industria de la información editorial.

Esta, por ejemplo, es la fórmula que ensaya el sitio Información Sensible, una plataforma de financiación colectiva para reportajes informativos y otros trabajos periodísticos. Los usuarios son quienes sufragan los costos de pequeños reportajes hasta un libro o una exposición fotográfica, a un precio tasado de US$ 676 (500 euros) o un presupuesto mayor, dependiendo del caso. Cualquier periodista puede proponer proyectos informativos a IS; una vez analizados y aprobados, pasan a la fase de financiación pública. Si en un plazo prefijado (15 días en la mayoría de los casos) se consigue la financiación completa, el reportaje sigue adelante y la aportación financiera es retirada de la cuenta del mecenas.

No es el único modelo innovador en el soporte económico del periodismo. El quiebre del brazo financiero tradicional en la industria mediática -los pagos por la publicidad- ha dado lugar a otras formas de ingreso y a la recuperación de viejas figuras como las cooperativas. Los minipagos de socios, sitios de pago, mecenazgo y una combinación de todas ellas han dado vida a nuevos medios y reflotado algunos que ya mostraban cuadros famélicos y moribundos.

El joven sitio español eldiario.es, cuyo lema es “Periodismo a pesar de todo”, se sostiene con el aporte de socios. “Más del 50% de esta empresa está en manos de personas que trabajan diariamente en la redacción, que han aportado su dinero y su trabajo para poder arrancar”, dice el portal noticioso compuesto por un grupo de periodistas decidido a “reivindicar el oficio”, siendo “dueños de la redacción en la que trabajamos y garantizar así que la línea editorial sea independiente y no responda a intereses ocultos”.

Aparte de los periodistas, eldiario.es está abierto a socios externos que con su aportación reciben valor añadido: información por adelantado, reconocimiento destacado como comentaristas, descuentos y promociones para actividades culturales, una voz para la aportación de temas editoriales y ediciones especiales.

Sin renunciar del todo a la publicidad clásica, el modelo les ha funcionado, sobre todo por la transparencia en sus cuentas de cara al público, un terreno en el que históricamente no han podido entrar muchos de los lectores que hoy en día exigen más compromiso y calidad de los medios de comunicación.

La revista cultural Jot Down, unos de los nuevos medios nacidos en España como correlato de la crisis (económica y mediática) gana público fiel cada día. Se trata de una revista con personalidad, que no teme a los textos largos, a la fotografía en blanco y negro y a los temas socialmente tabú. Con ello ha colonizado un público de culto que consigue en Jot Down una alternativa de contenidos que no existe en los medios tradicionales, ni con la misma cantidad ni con la misma calidad.

Aunque JD tiene fuerte presencia en el espacio digital, su fundador, Ángel Luis Fernández, sabe que sobrevivir únicamente de la edición electrónica es mera utopía. La edición impresa aporta el 70% de los ingresos. “En 2011 creamos la web con la intención de construir una comunidad de lectores sólida antes de lanzar el número impreso, que es lo que realmente rentabilizamos”, explica Fernández a lainformacion.com.

nuevo negocio periodístico
Croos-media, una de las fórmulas más recurridas hoy en día (Foto: John Lamb/GettyImages)

Es curioso el dato, pero mientras los grandes medios referenciales de España cruzan por una travesía difícil y reducen sus plantillas echando a la calle a cientos de profesionales, según datos de la Asociación de Periodistas de Madrid, desde el 1 de enero de 2008 hasta el 7 de marzo de 2014 han surgido 369 medios y otros proyectos editoriales. Es decir, espacio y público parece haber; el reto es olfatear y conseguir el nicho con innovación, sentido común y pensar en fórmulas eficaces de un diseño institucional administrativo que permitan la autosustentabilidad, sin aferramientos ni rigideces.

Así lo cree también Marc Andreessen, cofundador de Netscape y capitalista de riesgo, un convencido de que el negocio periodístico resurgirá gracias a Internet. Invitado de honor en un congreso de periodismo celebrado en Burgos hace pocas semanas, Andreeseen desveló la fórmula del éxito en el negocio de las noticias, según lo recoge una nota publicada en el sitio Media-Tic:

1. La publicidad sigue siendo la fuente principal de ingresos de muchos medios, pero sin aceptar cualquier cosa sini anunciantes acorde al nivel de los contenidos.

2. Suscripciones.

3. Contenidos Premium: el valor equivale a gente pagando dinero por algo.

4. Conferencias y eventos: cobra valor cualquier acto con presencia humana.

5. Cross-media: las noticias son una fuente clave de material para libros, televisión o películas.

6. Crowdfunding: oportunidad gigantesca, sobre todo para el periodismo de investigación.

7. Micropagos: pedir pequeñas cantidades de dinero por leer buenas historias 8.Filantropía: una fórmula infrautilizada.

Según Andreeseen estamos entrando en una nueva edad de oro del periodismo, pero aún no nos hemos dado cuenta. Y es que muchas veces, tenemos tan cerca las cosas que nos damos ni cuenta.

AFN | @IQLatino