Robots redactores: ¿sustituirán a los periodistas?

La inteligencia artificial ha logrado crear algoritmos capaces de escribir noticias como si lo hiciera un humano. Sus creadores dicen que serán solo asistentes de reporteros reales, pero en éstos crecen las dudas

Es posible que en un futuro no muy lejano las noticias que lea en el medio de su preferencia no hayan sido escritas por manos humanas sino por robots redactores programados para elaborar artículos tan fieles al estilo periodístico que jamás podría pensarse que son producto de la inteligencia artificial.

Como si fuera ya poco la alarmante contracción del mercado periodístico y la crisis del modelo tradicional de los medios de comunicación, ahora una máquina terminará por sustituir al humano. Es lo que podría pensarse en principio, pero tampoco llega a tanto. El periodismo de calidad siempre termina por imponerse.

Para restar alarmismo, algunos promotores de ese desafío sostienen que los robots redactores se encargarán de fabricar noticias como chorizos, mientras los periodistas humanos tendrán tiempo de elaborar piezas en profundidad, análisis, reportajes y crónicas de interés.

Existen en la actualidad empresas que comienzan a desarrollar complejos algoritmos que simulan piezas periodísticas, como el llamado Wordsmith de la compañía Automated Insights.

De hecho, la agencia de noticias Associated Press, ya ha utilizado este software para la elaboración de reportes trimestrales referentes al mercado bursátil. El resultado fue pasar de 300 noticias a 3.000 artículos. Yahoo News ha usado el mismo algoritmo para elaborar reportes del campeonato de fútbol americano.

Inclusive algunos medios como The Guardian han recurrido a la inteligencia artificial para elaborar periódicos completos sin la participación del humano, como ocurrió con el diario impreso The Long Good Read, cuyas noticias fueron seleccionadas por un robot.

¿Es posible diferenciar entre una noticia escrita por un humano de otra hecha por un algoritmo? No es para desalentar, pero la Universidad de Karlstad, en Suecia, hizo el experimento entre un grupo de estudiantes a los que les pidió que hicieran la diferenciación entre unas noticias “de carne y hueso” y otras de “bits”. Muchos alumnos fueron incapaces se establecer la diferencia.

La empresa Narrative Science ha desarrollado otro software denominado Quill, que escribe notas usando Big Data y ordenando textos con datos económicos o deportivos. Forbes ha usado ese algoritmo para alguna producción editorial.

James Kotecki, representante de Automated Insights, ataja los miedos de los profesionales de la comunicación y consumidores de información de actualidad al asegurar que estos programas serán usados como una especie de asistente del redactor y no como sustitutos de periodistas.

Según Kotecki, el volumen de datos e información que puede procesar un robot es imposible de manejar por un reportero, en los tiempos que demanda la información periodística. Por ello, uno de los beneficios de los robots redactores que destaca es que cada vez más se podrán personalizar las historias para lectores especializados, mientras el modelo tradicional seguirá ofreciendo un solo artículo para muchos potenciales lectores.

Christer Clerwall, profesor de comunicación en la universidad de Karlstad, citado en un artículo publicado por Media-Tics, lo afirma sin cortapisas: “Estoy seguro de que en un futuro no muy lejano, es muy probable que el contenido más periodístico sea producido por computadores”.

Por fortuna para los amantes del buen periodismo, hecho desde la pasión por la el oficio del reportero y por el derecho a la información, todavía hay un terreno donde los robots no llegan: la interpretación, el uso del idioma como herramienta, la construcción de historias con valor humano, el rigor del dato contextualizado. En este terreno no hay máquina que valga.

AFN | IQLatino

Imagen: pixabay