Músicos, educadores, empresarios y científicos son los nuevos Innovadores de América, un premio que promueve y difunde las iniciativas de latinoamericanos que buscan solucionar problemáticas sociales desde la ciencia, la tecnología y la educación.
Un instrumento que combina cuerdas, viento y percusión, un fungicida natural para cultivos y dispositivos para atender cardiopatías congénitas son algunos de los proyectos elegidos en la segunda edición de este galardón otorgado en la ciudad de Medellín a cuatro colombianos, un boliviano y un mexicano.
“Innovadores de América es un movimiento de innovación regional”, dijo a Colombia.inn, agencia operada por Efe, la periodista colombiana Ángela Patricia Janiot, codirectora de este prestigioso galardón.
Y, según Janiot, este premio es “una excusa” para “popularizar la innovación” en América Latina y lograr que pase de “ser una región que exporta y vende y ofrece materias primas para empezar a competir con productos que ofrezcan valor agregado”.
Un jurado de 18 expertos eligió a esta camada de nuevos innovadores: los colombianos David Hernández, Óscar Amaya, Carlos Ortiz y Sebastián Bustamante, así como al mexicano Enrique Galindo Fentanes y al boliviano Franz Freudenthal Tichauer, quienes además de un premio en efectivo de 50.000 dólares tendrán la oportunidad de masificar sus iniciativas.
Hernández, un diseñador industrial que se declara un “músico de corazón”, ideó un “Ludófono“, que describe como un “objeto” compuesto por cuerdas, percusión y viento con el que busca aproximar a niños y jóvenes a la música.
El “Ludófono” permite, según su creador, desarrollar una “sensibilidad más allá de la técnica”, el trabajo en equipo y la organización, y se ha convertido en la base de procesos de reconstrucción de tejido social en comunidades.
Otro colombiano premiado es Óscar Amaya, un zootecnista de profesión que decidió vender su vivienda y su carro para adquirir un espacio en el que funciona la “Casa de la Ciencia”, con la que espera ver cristalizado su sueño de formar científicos.
Con su propuesta de “ayudar a cambiar el casete (mentalidad)”, Amaya propone ofrecer el conocimiento científico desde “prácticas constructivas” y no desde “conceptos” o “títulos” enseñados con “tiza y pizarra”.
Por su parte, Carlos Ortiz fue premiado por la iniciativa de “Cultura Metro”, dirigida a los usuarios de la línea de Metro Cable o cabinas de teleférico usadas para transportar a los habitantes de las zonas alejadas de Medellín.
“La innovación en sí es poder propiciar toda esa cultura para que las personas puedan desarrollarse, puedan tratarse mejor, respetarse, puedan apropiarse de lo público y subiéndoles la autoestima”, explicó a Colombia.inn.
Con VERDEarte.com, Bustamante lidera los “retos verdes” como una forma de vincular mediante aplicaciones móviles a los integrantes de las organizaciones o empresas a prácticas medioambientales que les han permitido evitar la emisión de 150.000 kilogramos de CO2 y ahorrar 9 millones de litros de agua.
Mientras Freudenthal, graduado en medicina, explicó que fue premiado por haber logrado “inventar, descubrir, desarrollar y llegar a producir un dispositivo capaz de curar las enfermedades” congénitas de corazón.
Galindo, investigador del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), logró junto a su equipo desarrollar un biofungicida que tiene aplicación en cultivos tropicales y tiene menores efectos que los herbicidas tradicionales en el fruto.
Catalina Ortiz, gerente general de iNNpulsa, la unidad del Gobierno que promueve el crecimiento empresarial extraordinario, resaltó como un “enorme orgullo” que cuatro colombianos hayan sido premiados entre los nuevos innovadores de América y que desde el país se presentara un 40% de las más de 800 postulaciones recibidas para este premio, patrocinado por CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y la empresa Ezentis.
COLOMBIA INN | @IQLatino
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